La focalización en la literatura es similar al punto de vista (POV) en el cine y al punto de vista en la literatura, pero los profesionales del sector suelen considerar que estas dos tradiciones son claramente diferentes. El trabajo de Genette pretendía refinir las nociones de punto de vista y perspectiva narrativa. Separa la cuestión de «¿quién ve?» en una narración de «¿quién habla?». Se dice que una narración en la que toda la información presentada refleja la percepción subjetiva de un determinado personaje está internamente focalizada. Un narrador omnisciente corresponde a la focalización cero. La focalización externa es el ojo de la cámara.
Una novela en la que no hay reglas simples que restrinjan la transición entre las diferentes focalizaciones podría decirse que es no focalizada, pero las relaciones específicas entre los tipos básicos de focalización constituyen estrategias de focalización más complejas; por ejemplo, una novela podría proporcionar focalización externa alternando con focalizaciones internas a través de tres personajes diferentes, donde el segundo personaje nunca es focalizado excepto después del primero, y otros tres personajes nunca son focalizados en absoluto.