¡Sí, las abejas tienen rodillas! De hecho, las abejas tienen patas segmentadas que constan de seis segmentos diferentes. Estos segmentos distintos están unidos por diferentes articulaciones. Una de estas articulaciones puede denominarse generalmente como las rodillas de las abejas. Curiosamente, las abejas tienen pelos en las rodillas que sirven para recoger la acumulación de polen.
Si te juntas con personas cuyo vocabulario es mejor que el «ordinario», es decir, personas que utilizan palabras como «boondoggle», «ennui», «panacea», etc. en conversaciones casuales, entonces es posible que les hayas oído utilizar la expresión «rodillas de abeja» en las frases para comentar la calidad sobresaliente de un determinado tema. En otras palabras, cuando te refieres a algo como «las rodillas de la abeja», significa que estás apreciando su excelente calidad. Considera su uso en la siguiente frase:
«¡Me encantan tus pendientes! Como se mencionó anteriormente, la frase ‘the bee’s knees’ en esta oración significa que los pendientes son de primera clase.
Esto podría hacer que te preguntes si la referencia a las rodillas de las abejas en este modismo realmente tiene algo que ver con las abejas y sus patas, o si sólo se puso allí para hacer que el modismo suene memorable.
Para investigar la respuesta, empecemos por lo que los humanos entendemos oficialmente por la palabra ‘rodilla’.
La rodilla humana
La articulación de la rodilla, como ya sabes, conecta la pierna de uno con su correspondiente muslo. Consta de dos articulaciones distintas: la articulación tibiofemoral (entre el fémur y la tibia), y la articulación patelofemoral (entre el fémur y la rótula); por eso la articulación de la rodilla también se denomina articulación compuesta.
Partes de la articulación de la rodilla. (Crédito de la foto: BruceBlaus / Wikimedia Commons)
En términos sencillos, la rodilla es la articulación que permite doblar y plegar la pierna, y con ello, ayuda a realizar muchos movimientos de la pierna. La rodilla es la articulación más grande del cuerpo humano y es bastante propensa a sufrir heridas, lesiones y ciertos trastornos.
Este ha sido un breve esbozo de la rodilla humana; ahora, echemos un vistazo a la «rodilla de abeja».
La rodilla de abeja
Las abejas tienen tres pares de patas -la delantera, la media y la trasera- que tienen sus correspondientes conjuntos de herramientas. Una pata de abeja consta de seis segmentos distintos, a saber, el coxis, el trocánter, el fémur, la tibia, el basitarso y los tarsos. Teniendo en cuenta esta información, la pata de una abeja es claramente más compleja que la de un humano, al menos en cuanto al número de segmentos que tiene.
Una pata de abeja consta de seis segmentos distintos.(Crédito de la foto: Charlesjsharp / Wikimedia Commons)
Estos segmentos se conectan con la ayuda de articulaciones; la articulación que más se parece a la rodilla de un humano en cuanto a su ubicación en la pata de abeja es la que conecta la tibia y el fémur.
Así que, si se compara la pierna humana con la de una abeja, parece que esta última ciertamente tiene una articulación que se dobla como una rodilla. En términos puramente biológicos, esta articulación se denomina articulación femoro-tibial.
Bueno, en realidad no estamos seguros.
Verás, el uso de la frase «las rodillas de las abejas» comenzó en algún momento a principios del siglo XX en América. En aquella época, no se le daba ninguna importancia científica; era simplemente una de esas frases sin sentido que sonaban bien («bee’s» rima con «knees»), pero que no significaban nada.
En aquella época también eran bastante populares otras expresiones disparatadas pero jocosas, como «las bragas del cazo», «las caderas de la serpiente», «el pijama/bigote del gato», «las cejas del mono», etc.
Interesantemente, ninguna de ellas tiene nada que ver con la realidad, a excepción de «las rodillas de la abeja».
Explicación del significado de «las rodillas de la abeja»
Como se ha mencionado anteriormente, «las rodillas de la abeja» se utiliza para referirse a algo de excelente calidad. Una explicación probable (pero no confirmada) detrás de esto está relacionada con los sacos presentes en las patas de las abejas. Las abejas transportan el polen (que recogen de las flores) de vuelta a su colmena en pequeños sacos/cestas peludos en sus patas.
Estos sacos parecen algo grandes y espectaculares, y tienen la «bondad» (es decir, el polen) concentrada en ellos. Por ello, algunos creen que la expresión «las rodillas de la abeja», que alude a algo de gran calidad, se refiere al tesoro de polen que estas abejas pueden almacenar cerca de sus «rodillas».