¿Qué es el dorado al fuego?

La galvanoplastia revolucionó la tecnología y desempeña un papel indispensable en nuestra vida cotidiana. Facilita la fabricación de joyas baratas, piezas de ordenadores modernos, electrodomésticos, el funcionamiento interno de los motores de los coches y mucho más.

¿Qué es el dorado al fuego

( / Amber_Avalona)

La galvanoplastia se desarrolló a principios del siglo XIX. Antes de esto, se utilizaban otros procesos para recubrir una sustancia base con metal. En ausencia de la galvanoplastia, estos métodos eran todo lo que la humanidad tenía para realizar ciertas tareas, pero a menudo eran ineficientes e incluso peligrosos. He aquí uno de estos métodos, conocido como dorado al fuego.

Antes de la galvanoplastia

El dorado al fuego es un proceso que utiliza el fuego para recubrir los metales base con oro. Parece algo sacado del libro de un mago, pero implica más ciencia que magia. Este método se utilizaba en China antes del siglo IV a.C. En Europa, el método se hizo popular en el siglo II d.C.

El dorado al fuego era una solución que permitía recubrir objetos con metales preciosos como el oro y la plata. El reto consistía en conseguir que estos metales tuvieran una forma líquida que se adhiriera uniformemente a un metal base, sin fundirlo.

El fuego y el mercurio

El dorado al fuego se basaba en el mercurio en combinación con el metal de acabado deseado. A temperatura ambiente, el mercurio es en realidad un líquido, a diferencia del oro y la plata. Cuando se combina con el mercurio, el oro y la plata se funden en una forma líquida que se extiende como la mantequilla ablandada. Este compuesto puede utilizarse para cubrir un sustrato.

El fuego entra en la ecuación cuando el artículo está totalmente cubierto. El fuego puede hervir el mercurio, dejando una capa sólida de oro o plata. El mercurio hierve a unos 357º Celsius, lo que puede parecer elevado, pero es un umbral relativamente fácil de alcanzar.

Probablemente puede adivinar por qué ya no se utiliza el dorado al fuego: el mercurio. Aunque el mercurio resultó útil en la galvanoplastia, causó una cantidad incalculable de problemas de salud. Cuando se inhala, los vapores de mercurio pueden ser venenosos y mortales. La galvanoplastia fue un invento bienvenido, ya que lograba lo mismo que el dorado al fuego sin los peligros.

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