Colosos de Memnon

Estos dos colosos sin rostro (el plural de coloso, que sólo significa estatua más grande que la vida) son lo primero que ven los visitantes cuando llegan a la orilla oeste del Nilo, frente a Luxor. No es de extrañar cuando se conocen sus dimensiones: se elevan 18 metros sobre la llanura y se calcula que pesan unas enormes 720 toneladas cada uno.

Talladas en piedra arenisca de las canteras cercanas a El Cairo, los egiptólogos creen que debieron ser transportadas las 420 millas (675 km) hacia el sur hasta Tebas, o la actual Luxor, por tierra, ya que habrían sido demasiado pesadas para ser transportadas por el Nilo.

Las estatuas del faraón Amenhotep III, que lo muestran sentado, fueron construidas para custodiar su templo funerario. El complejo, el más grande de la orilla oeste, sigue siendo excavado por los arqueólogos.

Así lo cuenta la leyenda…

Los Colosos de Memnon se terminaron de construir en el año 1350 a.C., y para la época grecorromana, más de mil años después, ya eran una popular atracción turística. Según la leyenda, la estatua del norte silbaba al amanecer, probablemente a causa de una grieta en su cuerpo, resultado del terremoto del 27 a.C. Atribuyendo las estatuas al rey africano Memnón, los antiguos visitantes griegos y romanos consideraban de buena suerte escuchar el canto de la estatua, creyendo que era el grito del rey saludando a su madre Eos, la diosa del amanecer.

Visita a los Colosos

Los Colosos de Memnón suelen incluirse en las visitas guiadas a las antiguas necrópolis tebeanas de los Valles de los Reyes y las Reinas, y al Templo de Hatshepsut:

  • Valle de los Reyes y las Reinas, visita a los Colosos y a Hatshepsut

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