La bailarina de ballet cubana Alicia Alonso ha muerto a los 98 años, según han anunciado los medios estatales del país.
Alonso está considerada una de las más grandes bailarinas del siglo XX. Comenzó a perder la vista a los 19 años, confiando sólo en las luces del escenario para guiarse.
Después de la revolución de 1959, ayudó a fundar el Ballet Nacional de Cuba con el entonces líder Fidel Castro.
«Alicia Alonso se ha ido y ha dejado un vacío enorme pero un legado inmejorable», dijo el presidente Miguel Díaz-Canel.
«Ella posicionó a Cuba en el altar de lo mejor de la danza a nivel mundial. Gracias Alicia por tu obra inmortal», agregó.
Nacida Alicia Ernestina de la Caridad Martínez del Hoyo el 21 de diciembre de 1921, apareció por primera vez en un escenario en 1931. Se enamoró del ballet.
«Cuando te asomas y ves el teatro lleno de gente sientes que estás viva, que has nacido. Es maravilloso, es único», dijo a la BBC en 2015.
A los 16 años se casó con su compañero de estudios Fernando Alonso y la pareja se trasladó a Nueva York, incorporándose al Ballet Caravan.
Tres años después, su vista comenzó a deteriorarse. Se le diagnosticó un desprendimiento de retina.
Le dijo a la BBC: «Sufrí terriblemente con mi vista y tuve que someterme a varias operaciones en mis ojos. Desprendimiento de retina. Fue terrible. Me dijeron que no bajara rápidamente la cabeza ni la moviera de lado a lado. Estuve así durante dos años.
«Me dijeron que no volvería a bailar. Pues bien, volví a bailar»
Durante su recuperación, los profesores acudieron a su cabecera para enseñarle los pasos de Giselle, moviendo los dedos para practicar los pasos.
Sin embargo, los problemas con su vista volvieron a aparecer más tarde y en un momento dado fue incapaz de ver a sus compañeros de baile, dependiendo de las luces del escenario.
Se sometió a varias operaciones.
A finales de la década de 1940, había interpretado papeles importantes, especialmente Giselle, tanto en Nueva York como en Londres.
En 1948, fundó la Compañía de Ballet Alicia Alonso en la capital de Cuba. Decía que cada vez que volvía a Cuba se preguntaba por qué no podía haber ballet para todos en el país.
Su compañía de ballet se hundió en 1956 por falta de financiación.
Alonso formó entonces el Ballet Nacional de Cuba tras la revolución. Según una biografía de la bailarina de 1981, Fidel Castro le preguntó cuánto dinero se necesitaba para formar la compañía de ballet.
Recuerda que le dijo a Castro que necesitaba 100.000 dólares.
Su respuesta fue: «Te daremos 200.000 dólares»
La compañía llevó el ballet a todo el mundo con actuaciones en fábricas y otros lugares de trabajo.
Alonso siguió dirigiendo la compañía hasta sus 70 años y también siguió bailando durante ese tiempo.
Es tan respetada en Cuba que tiene un perfume con su nombre y una heladería llamada Coppelia en honor a uno de sus papeles más famosos.