Escribir en primera, segunda o tercera persona se denomina punto de vista del autor. Cuando escribimos, nuestra tendencia es personalizar el texto escribiendo en primera persona. Es decir, utilizamos pronombres como «yo» y «nosotros». Esto es aceptable cuando escribimos información personal, un diario o un libro. Sin embargo, no es común en la escritura académica.
Algunos escritores encuentran el uso del punto de vista en primera, segunda o tercera persona un poco confuso mientras escriben trabajos de investigación. Dado que la segunda persona se evita mientras se escribe en trabajos académicos o científicos,la principal confusión se mantiene dentro de la primera o tercera persona.
En las siguientes secciones, discutiremos el uso y los ejemplos del punto de vista en primera, segunda y tercera persona.
Primera persona
El punto de vista en primera persona simplemente significa que usamos los pronombres que se refieren a nosotros mismos en el texto. Son los siguientes:
- Yo
- Nosotros
- Yo
- Mío
- Nosotros
- Nuestro
- Nuestro
Usando estos, presentamos la información en base a lo que «nosotros» encontramos. En la ciencia y las matemáticas, este punto de vista se utiliza raramente. A menudo se considera algo egoísta y arrogante. Es importante recordar que, al escribir los resultados de la investigación, el centro de la comunicación es la investigación y no las personas que la han llevado a cabo. Cuando se quiere persuadir al lector, es mejor evitar los pronombres personales. Además de sonar algo arrogante, la fuerza de sus hallazgos podría ser subestimada.
Por ejemplo:
En base a mis resultados, concluí que A y B no eran iguales a C.
En este ejemplo, todo el significado de la investigación podría ser malinterpretado. Los resultados que se comentan no son los del autor; se generan a partir del experimento. Referirse a los resultados en este contexto es incorrecto y debe evitarse. Para hacerlo más apropiado, la frase anterior puede revisarse de la siguiente manera:
En base a los resultados del ensayo, A y B no fueron iguales a C.
Segunda persona
El punto de vista en segunda persona utiliza pronombres que se refieren al lector. Son los siguientes:
- Usted
- Su
- Su
Este punto de vista se suele utilizar en el contexto de dar instrucciones o consejos, como en los manuales de «cómo hacer» o en los libros de recetas. La razón por la que se utiliza la segunda persona es para atraer al lector.
Por ejemplo:
Quieres comprar un pavo lo suficientemente grande como para alimentar a toda tu familia. Antes de cocinarlo, debe lavarlo primero a conciencia con agua fría.
Aunque ésta es una buena técnica para dar instrucciones, no es apropiada en la escritura académica o científica.
Tercera persona
El punto de vista de la tercera persona utiliza tanto sustantivos propios, como el nombre de una persona, como pronombres que se refieren a individuos o grupos (por ejemplo, médicos, investigadores) pero no directamente al lector. Los que se refieren a individuos son los siguientes:
- Ella
- Su
- Su (forma posesiva)
- Él
- Su
- Su (forma posesiva)
- Esto
- Esto (forma posesiva)
- Uno
- Lo de uno (forma posesiva)
El punto de vista de la tercera persona que se refiere a grupos incluye lo siguiente:
- Todos
- Cualquiera
- Ellos
- Sus (forma posesiva)
- Sus (forma posesiva plural)
Por ejemplo:
Todos en la convención estaban interesados en lo que el Dr. Johnson presentó.
Los instructores decidieron que los estudiantes debían ayudar a pagar los suministros de laboratorio.
Los investigadores determinaron que no había suficiente material de muestra para llevar a cabo el ensayo.
El punto de vista de la tercera persona se utiliza generalmente en los artículos científicos pero, a veces, el formato puede ser difícil. Utilizamos pronombres indefinidos para referirnos al sujeto, pero debemos evitar el uso de terminología masculina o femenina. Por ejemplo:
Un investigador debe asegurarse de que tiene suficiente material para su experimento.
La enfermera debe asegurarse de que tiene una muestra de sangre lo suficientemente grande para su ensayo.
Muchos autores intentan resolver esta cuestión utilizando «él o ella» o «él o ella», pero esto se vuelve engorroso y demasiados de ellos pueden distraer al lector. Por ejemplo:
Un investigador debe asegurarse de que tiene suficiente material para su experimento.
El enfermero debe asegurarse de que tiene una muestra de sangre lo suficientemente grande para su ensayo.
Estas cuestiones pueden resolverse fácilmente haciendo que los sujetos sean plurales como sigue:
Los investigadores deben asegurarse de que tienen suficiente material para su experimento.
Las enfermeras deben asegurarse de que disponen de muestras de sangre suficientemente grandes para su ensayo.
Excepciones a las reglas
Como se ha mencionado anteriormente, la tercera persona se utiliza generalmente en la escritura científica, pero las reglas ya no son tan estrictas. Ahora es aceptable utilizar tanto la primera como la tercera persona en algunos contextos, pero esto sigue siendo objeto de controversia.
En un blog de febrero de 2011 en Eloquent Science, el profesor David M. Schultz presentó varias opiniones sobre si los puntos de vista de los autores eran diferentes. Sin embargo, no parecía haber consenso. Algunos creían que las antiguas reglas debían mantenerse para evitar la subjetividad, mientras que otros creían que si los hechos eran válidos, no importaba qué punto de vista se utilizara.
Primera o tercera persona: Qué dicen las revistas
En general, es aceptable en utilizar el punto de vista de la primera persona en los resúmenes, introducciones, discusiones y conclusiones, en algunas revistas. Aun así, evite utilizar el «yo» en estas secciones. En su lugar, utilice «nosotros» para referirse al grupo de investigadores que han participado en el estudio. El punto de vista de la tercera persona se utiliza para escribir las secciones de métodos y resultados. La coherencia es la clave y cambiar de un punto de vista a otro dentro de las secciones de un manuscrito puede distraer y se desaconseja. Lo mejor es comprobar siempre las directrices de autor de la revista en cuestión. Una vez hecho esto, asegúrese de que su manuscrito está libre de los errores mencionados o de cualquier otro error gramatical.