Estos datos del punto G son todo lo que necesitas saber para una mejor vida sexual

El punto G es esa zona tan debatida de nuestro cuerpo que no muchos están seguros de que exista. La mayoría de las veces no tenemos ni idea de lo que ocurre ahí abajo. Esta zona sexy que también se conoce como el punto sagrado es capaz de hacer de nuestra vida sexual un éxito instantáneo y estos datos te ayudarán a conseguir todos los placeres tan merecidos. Aquí hay 12 datos locos sobre el punto G que debes conocer.

1. Te preguntas por qué lo llamamos punto G? Se llamó así por el ginecólogo alemán Ernst Grafenberg, que fue la primera persona en descubrirlo, aunque con mucha dificultad.

2. El punto G también se llama el punto sagrado en el sexo tántrico, ya que se cree que es el centro más emocional y sexual de la mujer.

3. El punto G no es realmente un punto. En realidad es esa zona de la vagina que es más sensible al tacto y que puede llevarte al orgasmo. Las investigaciones han establecido que la zona de la pared frontal de la vagina, unos 5 centímetros en el interior, que se expande con la estimulación, es el punto G.

Punto G

4. Para saber dónde está exactamente tu punto G tendrás que experimentar un poco y dejarte tocar ahí abajo.

5. Cuando se excita, el punto G aumenta de tamaño, pero si no estás de humor puede ser sólo del tamaño de un guisante y puede pasar totalmente desapercibido.

6. Hay otra teoría que afirma que el punto G se parece a la próstata masculina.

Punto G

7. También se cree que las mujeres eyaculan cuando su punto G se excita a través de las glándulas de Skene.

8. Se siente algo así como una nuez.

9. La mayoría de las mujeres (concretamente el 84%) piensa que la vagina sí tiene un punto muy sensible.

Punto G

10. Sorprendentemente, evoca reacciones totalmente diferentes en las distintas personas que varían desde un orgasmo hasta la necesidad de orinar.

11. Masajear el punto G puede darte múltiples orgasmos y esto también se puede hacer con la estimulación del clítoris. Fascinante, ¿verdad?

12. Lo triste es que no todas las mujeres lo sienten. Pero no te desanimes, ¡hay otras formas de alcanzar el Gran O!

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