Antecedentes: La propagación de patógenos resistentes a los antibióticos representa una amenaza creciente en los centros sanitarios. Se ha expresado la preocupación de que el uso de desinfectantes y antisépticos de superficie pueda seleccionar patógenos resistentes a los antibióticos.

Objetivo: Revisar la literatura científica sobre si existe una relación entre el uso de germicidas (es decir, desinfectantes y antisépticos) y la resistencia bacteriana a los antibióticos. Además, se revisará si las bacterias resistentes a los antibióticos presentan una susceptibilidad alterada a los germicidas cuyo uso se recomienda como desinfectantes o antisépticos.

Diseño: Una revisión de la literatura científica apropiada.

Resultados: En el laboratorio, ha sido posible desarrollar mutantes bacterianos con una reducida susceptibilidad a los desinfectantes y antisépticos que también demuestran una menor susceptibilidad a los antibióticos. Sin embargo, la resistencia a los antibióticos descrita no era clínicamente relevante porque el organismo de prueba rara vez era un patógeno humano, el nivel alterado de susceptibilidad antimicrobiana estaba dentro de los niveles séricos alcanzables para el antibiótico, o el antibiótico probado no se utilizaba clínicamente para tratar el patógeno del estudio. Del mismo modo, se han notificado cepas de tipo salvaje con susceptibilidad reducida a los desinfectantes (principalmente, compuestos de amonio cuaternario) y antisépticos (principalmente, triclosán). Sin embargo, dado que la concentración de desinfectantes utilizada en el entorno sanitario supera en gran medida la concentración necesaria para matar las cepas con susceptibilidad reducida a los desinfectantes, la relevancia clínica de estas observaciones es cuestionable.

Conclusión: Hasta la fecha, no hay pruebas de que el uso de los antisépticos o desinfectantes recomendados seleccione organismos resistentes a los antibióticos en la naturaleza. Los desinfectantes y antisépticos deben utilizarse cuando existan estudios científicos que demuestren su beneficio o cuando exista una fuerte justificación teórica para el uso de germicidas.