Un elegante ocelote moteado se desliza hacia un abrevadero para beber, cuando de repente, un jaguar salta desde las sombras y muerde el cuello del pequeño felino.
Los científicos capturaron imágenes de este inusual ataque en la Reserva de la Biosfera Maya de Guatemala en marzo de 2019; recientemente describieron la rara interacción entre depredadores en un artículo publicado el 28 de diciembre en la revista Biotropica.
En el pasado, se han encontrado restos de ocelotes en las heces de los jaguares, lo que sugiere que el depredador felino más grande a veces depreda al más pequeño, según un comunicado. Los jaguares pueden llegar a pesar entre 90 y 113 kilogramos (200 y 250 libras), dependiendo de su sexo, mientras que los ocelotes sólo alcanzan entre 18 y 44 libras. (8,2-19,9 kg). Ambos felinos son carnívoros y se alimentan de animales como peces, ranas, roedores y monos -sin embargo, en ocasiones, un ocelote acaba en el menú de un voraz jaguar-.
Hasta ahora, nunca se había captado en cámara un ataque de este tipo.
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«Aunque estas interacciones entre depredadores pueden ser raras, puede haber ciertos casos en los que se vuelvan más frecuentes, y uno de ellos podría ser por los recursos hídricos en disputa», dijo en el comunicado el autor del estudio, Daniel Thornton, profesor asistente en la Escuela de Medio Ambiente de la Universidad Estatal de Washington. En otras palabras, es más probable que depredadores como los jaguares y los ocelotes se enfrenten si son conducidos a los mismos pozos de agua.
El equipo capturó imágenes del ataque entre jaguares y ocelotes en un mes particularmente seco durante un año de sequía. Estos periodos estacionales de sequía pueden acentuarse a medida que el clima siga calentándose, lo que significa que los abrevaderos pueden ser más escasos que en el pasado, dijo Thornton.
«Cuanto más aislados y escasos sean los recursos hídricos, más se convertirán en focos de actividad», dijo Thornton. Esta actividad puede incluir más interacciones entre depredadores, como las captadas en las nuevas imágenes, según el comunicado.
En el vídeo, el desprevenido ocelote entra por la derecha y se aleja de la cámara hacia el borde del agua. Mientras se inclina hacia el abrevadero, un jaguar macho salta desde la izquierda, un borrón de manchas y extremidades. El gran felino agarra rápidamente al ocelote por el cuello y lo arrastra hacia la noche.
En otra ocasión en el mismo abrevadero, el equipo también vio a dos jaguares luchando entre sí; en total, observaron siete jaguares que visitaban regularmente el lugar. Los jaguares suelen evitarse entre sí y establecer sus propios territorios, por lo que es inusual que tantos entren en contacto cercano, según el comunicado.
Publicado originalmente en Live Science.
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