Tortillas rellenas de queso cheddar fundido. Sándwiches de bacon, huevo y queso. El desayuno de los campeones, ¿verdad? Espera, espera, nos olvidamos de uno: el café con queso.

*Record scratch.*

¿Qué demonios es el café con queso, te preguntarás? No es un trozo de queso fundido en tu taza de café matutina, es más bien una versión dulce y sabrosa de la nata montada. Esta espuma de queso crema se popularizó por primera vez cuando el té de queso taiwanés empezó a conquistar las cafeterías de Estados Unidos, y ahora se ha trasladado a la cobertura del café.

«Cuando el sabor dulce y sabroso de la crema de queso se encuentra con el sabor puro y aromático del café, no se parece a nada que hayas experimentado antes. La crema añade un toque al café y le da una textura muy suave», dice Jenny Zheng, fundadora de Little Fluffy Head, una tetería del centro de Los Ángeles conocida por su té y café con queso. «Nuestro café de mezcla es una mezcla de tueste medio y oscuro, por lo que da un sabor de café muy rico para mantenerse en equilibrio con la crema de queso.»

En Little Fluffy Head, Zheng suele emparejar el café con una crema de queso, pero también ofrece crema de tarta de queso y crème brûlée como aderezos, que son «casi similares a la nata montada encima de tu moka o a los s’mores encima de tu chocolate caliente», explica.

Hay varias formas de tomar el café con queso, y cada método «produce un sabor ligeramente diferente». Zheng sugiere sorber la bebida espumosa directamente a través de la taza, «lo que permite maximizar la experiencia y saborear las diferentes capas de la bebida: primero el amargor del café y luego el sabor dulce y salado de la nata».

Mezclar las capas da al café un sabor lechoso, que es «similar al de un moca de chocolate blanco pero con un acabado un poco salado y con queso». Es más fácil que el queso se incorpore si el café se sirve caliente, pero muchos aficionados piden una bebida fría para poder decidir la proporción de espuma y café que quieren disfrutar en cada sorbo.

Así que la próxima vez que cojas un sándwich para desayunar, considera duplicar los lácteos con un café con queso. Es la nueva mejor parte del despertar.

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