Paso 1
Precalentar el horno a 350°F.
Engrasa dos moldes redondos de 9 pulgadas para pasteles. Luego forrarlos con papel pergamino. Engráselos de nuevo y espolvoréelos ligeramente con harina.
Acreme la mantequilla y el azúcar con una batidora eléctrica a velocidad media-alta hasta que estén de color amarillo claro y esponjosos, durante unos 3 a 5 minutos.
Corte los huevos en un bol pequeño. Con la batidora a velocidad media, añadir los huevos de uno en uno, rascando el bol una vez durante la mezcla.
Añadir los extractos de vainilla y almendra y mezclar bien. La mezcla puede parecer cuajada; no se preocupe.
En otro bol, tamice la harina, la levadura en polvo, el bicarbonato y la sal. Con la batidora a baja velocidad, añadir alternativamente los ingredientes secos y la leche a la masa en 3 partes, empezando y terminando con los ingredientes secos. Mezclar hasta que se combinen.
Incorporar las 4 onzas de coco con una espátula de goma.
Repartir la masa de manera uniforme en los moldes. Luego alise la parte superior con un cuchillo.
Hornee en el centro del horno de 45 a 55 minutos, hasta que la parte superior esté dorada y un probador de pasteles salga limpio.
Enfriar en una rejilla para hornear durante 30 minutos, luego volcar los pasteles en una rejilla para hornear para terminar de enfriar.
CONGELACIÓN:
En el bol de una batidora eléctrica equipada con un accesorio de pala, combinar el queso crema, la mantequilla, la vainilla y el extracto de almendras a velocidad baja.
Agregar el azúcar de repostería y mezclar hasta que esté suave, asegurándose de no batirlo.
Para el montaje, coloque una capa de pastel en un plato plano, con la parte superior hacia abajo, y extienda el glaseado. Coloque la segunda capa de pastel encima, con la parte superior hacia arriba, y unte la parte superior y los lados con el glaseado.
Para decorar el pastel, espolvorear la parte superior con coco y presionar ligeramente más coco en los lados. Servir a temperatura ambiente.