Mi proceso te enseña a pintar agua, y a ver realmente el agua, de una forma totalmente nueva.
El agua es uno de los temas más atractivos para pintar y, sin embargo, todo puede acabar tan mal. El problema a menudo es: ¿por dónde empezar?
Durante mucho tiempo luché por crear la ilusión de fluidez, claridad y cierta apariencia de realismo.
Al final descubrí una forma de ver el agua que nos permite recrearla en casi cualquier circunstancia.
El truco es descomponerla en piezas manejables, en lugar de intentar pintarla en su totalidad. Cuando entiendas cómo afectan estas piezas entre sí, aprender a pintar el agua será mucho más fácil. Descubrirás que puedes ver el agua de una manera totalmente diferente.
Antes de empezar, sin embargo, hay un par de cosas que debo decir. Cuando se pinta algo de forma realista, hay dos habilidades primordiales que se necesitan, y particularmente cuando se aprende a pintar agua:
- En primer lugar, tu habilidad técnica, o tu habilidad para usar un pincel, mezclar colores, etc.
- En segundo lugar, tu capacidad de observación y de encontrar los detalles necesarios para crear algo convincente.
Este tutorial trata principalmente de los «detalles» que utilizo al pintar agua.
El siguiente punto es que esta estrategia no es la única manera, ni posiblemente la mejor. Pero a mí me funciona estupendamente, y espero que a ti también te funcione, mientras aprendes a representar el agua en tus cuadros.
Ahora que ya no es necesario, ¡vamos a entrar en materia!
Cuando se aprende a pintar agua de forma realista, es importante tener en cuenta que la apariencia del agua se compone de cuatro elementos:
- El sustrato (o fondo. No, no fondos. Esto es cómo pintar agua – no cómo pintar figuras).
- El color del agua (determinado por lo que está suspendido en ella)
- La superficie del agua
- La luz
Ahora veremos cada uno de ellos con un poco más de detalle:
Mi tabla de colores de fondo
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