La OMS coordina los exámenes de las pruebas científicas sobre los vínculos entre el cambio climático y la salud y ayuda a elaborar un programa mundial de investigación.
En estrecha colaboración con los ministerios de salud y los centros de investigación de todo el mundo, la OMS recopila y analiza información sobre las repercusiones del cambio climático en la salud y el nivel de preparación de los distintos países para hacerles frente.
A través de una serie de perfiles de países en materia de salud y cambio climático, la OMS hace un seguimiento de los impactos sanitarios del cambio climático y de los avances en la creación de sistemas de salud resistentes al clima en una amplia gama de países.
La OMS lleva a cabo investigaciones y recopila pruebas sobre las oportunidades de beneficios para la salud derivados de la mitigación de los contaminantes climáticos de vida corta y de otro tipo. Estos beneficios colaterales para la salud superan con creces los costes de alcanzar los objetivos del cambio climático y son un importante motor para la aceptación sociopolítica de los cambios necesarios en todos los sectores.
La salud humana está fuertemente determinada por la salud ambiental, por ejemplo, a través de los bienes y servicios de los ecosistemas, la biodiversidad, la degradación del suelo y la desertificación, los servicios hídricos y la salud urbana. La OMS vigila los determinantes ambientales de la salud, así como las consecuencias para la salud pública del cambio ambiental global.