Incluso cantidades mínimas de heces contaminadas pueden transmitir las bacterias transmitidas por los alimentos de una persona a otra. Johnson dice que es muy raro que se vean pruebas visibles de contaminación.
La higiene adecuada es siempre importante, pero lo es aún más si sospecha que tiene una intoxicación alimentaria o vive con alguien que la tiene. Para evitar transmitir las bacterias usted mismo o contagiarse de alguien de su entorno, siga estos consejos:
Lávese las manos (una y otra vez). Lavarse las manos a fondo y de forma rigurosa -con agua caliente y jabón común- es la medida más importante que puede tomar para evitar que los patógenos transmitidos por los alimentos se transmitan de persona a persona. Lávese después de ir al baño, de cambiar un pañal, de cuidar a alguien enfermo, así como antes de preparar la comida. Mujahid dice que hay que seguir la «regla ABC» del lavado de manos: lavarse durante el tiempo que se tarda en recitar el alfabeto.
No confíe en los desinfectantes de manos. Johnson dice que no es una idea terrible usar un desinfectante de manos a base de alcohol porque puede matar algunos de los gérmenes, según los CDC, pero no los matará a todos. Los desinfectantes son buenos en un apuro, pero lavarse las manos con agua y jabón sigue siendo una mejor apuesta.
Limpie la ropa de cama sucia. Si bien esto puede aplicarse a artículos más obvios como sábanas, paños y toallas sucias, Johnson señala que incluso algo como una manga sucia puede transmitir bacterias transmitidas por los alimentos. Aunque no es necesario volverse loco lavando la ropa cada 5 minutos, peca de precavido con cualquier tejido que pueda haber estado en contacto con heces.
Limpiar y desinfectar. Desinfectar todas las superficies comunes (por ejemplo, las encimeras de la cocina, los lavabos del baño y los pomos de las puertas) puede parecer una molestia, pero puede contribuir en gran medida a aislar un brote en su hogar, según Mujahid. Utilice una solución de lejía u otro desinfectante para limpiar a fondo y con frecuencia las superficies del baño y la cocina.
No entre en la cocina. Si existe la más mínima posibilidad de que haya contraído una enfermedad transmitida por los alimentos, no prepare comida para otras personas. Si tiene que utilizar la cocina, preste especial atención a lavarse las manos y a limpiar las superficies que toque.