Si eres como yo, la siguiente noticia te sorprenderá: la piel del melocotón es totalmente segura (¡incluso saludable!) para comer y mucha gente come la fruta sin pelarla.
Esto es lo que debes saber sobre el consumo de la piel del melocotón:
¿Pelar o no pelar?
¡Tú decides! En serio, disfruta de tu melocotón y no escuches a los que se avergüenzan de la piel.
Sin embargo, si te comes la piel, tienes que lavarla muy bien primero. Sólo tienes que enjuagarlo con agua tibia y frotar la piel suavemente con una toalla de papel o un cepillo de verduras (este cepillo OXO de primera categoría cuesta sólo 5,99 dólares en Amazon). El lavado minucioso es la única manera de eliminar cualquier suciedad, bacteria y residuo químico que pueda enfermarte.
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¿A qué sabe la piel del melocotón?
Me han dicho que tiene un sabor ligeramente ácido y una sensación de cuero en la boca.
¿Por qué la piel del melocotón es peluda?
Lo más inquietante de comer la piel del melocotón es, al menos para mí, la piel peluda.
Los expertos no están seguros de por qué los melocotones son peludos, pero algunos creen que la capa texturizada existe para añadir una capa extra de protección a la delicada cáscara (que es propensa a la putrefacción prematura, especialmente cuando está húmeda). También puede proteger a la fruta de los molestos insectos.
Nutrición de la piel del melocotón
¡Buenas noticias, comedores de piel! La piel del melocotón está repleta de vitaminas y nutrientes saludables. Es una rica fuente de:
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Fibra, que favorece la digestión y puede ayudar a perder peso.
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Vitamina A, que es buena para la vista y el sistema inmunológico.
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Antioxidantes, que pueden reducir el riesgo de algunos cánceres.
La mejor manera de pelar los melocotones
Por supuesto, a algunos de nosotros, los de mente cerrada, siempre nos va a dar asco la idea de comer la piel borrosa del melocotón. Puedes pelar los melocotones con un cuchillo bien afilado o bien optar por el método sin cuchillos: Escaldar los melocotones hirviéndolos y transfiriéndolos rápidamente a un baño de hielo, dejar que se sequen y luego deslizar fácilmente la piel con los dedos.