Remedios caseros para la ciática

La ciática puede ser una condición de salud extremadamente dolorosa, pero debería estar feliz de saber que, en la mayoría de los casos, esta condición se resuelve en unas pocas semanas. La ciática suele presentarse con dolor, inflamación o entumecimiento en la parte inferior de la espalda y las piernas; puede estar causada por una hernia discal, un espolón óseo o una estenosis espinal (estrechamiento del conducto vertebral) que ejerce presión sobre el nervio ciático. El nervio ciático, que es el nervio más grande del cuerpo, se origina en la región lumbar de la columna vertebral y desciende hasta los pies.

La ciática es una de las condiciones de dolor más comunes, ya que hasta el 40 por ciento de la población la experimenta en algún momento de su vida. Entre los factores de riesgo para desarrollar ciática están la obesidad, el consumo de tabaco y el sedentarismo.

Una mirada más cercana a la ciática

La mayoría de las personas que se encuentran con la ciática asumen que es una condición de dolor de espalda, pero esto no es estrictamente cierto. El nervio ciático se origina en la parte baja de la espalda, pero como el nervio se extiende hasta los pies, los síntomas pueden no estar localizados en la espalda.

En general, la ciática puede presentarse de forma muy diferente de un episodio a otro. Algunos pueden implicar entumecimiento, hormigueo, ardor o dolor punzante, y la intensidad de los síntomas puede ser a veces leve mientras que otras veces es casi debilitante.

Lo que sorprende en muchos, si no en la mayoría, de los casos de ciática es que no suele haber ninguna lesión que desencadene la afección. En la mayoría de los casos de ciática, la afección está causada por años de estar sentado o agachado, lo que hace que un disco vertebral se rompa o que una vértebra se desalinee y pellizque el nervio ciático.La osteoartritis puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de la ciática.

Diagnóstico de la ciática

El método principal para diagnosticar la ciática es a través de la historia clínica y la exploración física. Uno de los rasgos distintivos de la ciática es el dolor irradiado que se extiende desde la parte baja de la espalda hasta la parte baja de las piernas. Aunque puede haber algunos síntomas de dolor de espalda, suele ser menos intenso que el dolor de piernas.

La prueba de diagnóstico más utilizada es la elevación de la pierna recta. Durante esta prueba, el médico levantará cada pierna individualmente mientras usted está tumbado de espaldas. El médico determinará la naturaleza de su afección, es decir, ciática o un dolor de espalda generalizado, anotando cuándo se producen las molestias durante la prueba. Si el paciente indica que le duele mientras la pierna está entre 30 y 70 grados por encima del plano, y este dolor se expresa tanto en la pierna como en la espalda, hay un alto nivel de confianza de que se trata de ciática.

Tratamiento de la ciática

La mayoría de los casos de ciática desaparecen por sí solos en unas horas o días, pero hay episodios que pueden durar semanas o meses. La mayoría de los casos de ciática pueden tratarse con cuidados personales, pero hay algunos casos extremos en los que los síntomas interfieren con el movimiento o las actividades diarias y requieren una intervención quirúrgica.

Si experimenta síntomas parecidos a los de la ciática, debería visitar a su médico, que podrá confirmar el diagnóstico y posiblemente identificar el problema estructural subyacente. En la mayoría de los casos, después de un diagnóstico de ciática, su médico le recomendará una o más de las siguientes opciones de tratamiento en casa:

• Ejercicios para la espalda: puede ir en contra de sus instintos el realizar actividades físicas mientras le duelen la espalda o las piernas, pero los ejercicios de bajo impacto, como el aeróbic acuático, la bicicleta estática y el yoga, pueden ser bastante eficaces para reducir la gravedad de los síntomas y fortalecer la espalda para prevenir futuros problemas de espalda. Unos músculos de la espalda más fuertes también ayudan a sostener la columna vertebral y a aliviar la presión sobre los nervios espinales, lo que puede reducir la frecuencia e intensidad de los episodios de ciática.
• Estiramientos: otra forma de actividad física que puede aliviar los síntomas de la ciática son los estiramientos. Los estiramientos deben realizarse lenta y suavemente; deje de hacerlo inmediatamente si nota algún dolor. Puede probar a subir las rodillas hasta el pecho, estirar la cadera sentado o girar la columna vertebral sentado. El objetivo de estos estiramientos es aflojar los glúteos, los isquiotibiales y las pantorrillas, que pueden ejercer presión sobre el nervio ciático.
• Terapia de frío y calor: el hielo y el calor pueden aliviar muchos de los síntomas que acompañan a la ciática y acelerar el proceso de curación. La aplicación de hielo durante 15 minutos puede adormecer la zona afectada, mientras que el calor aumenta el flujo sanguíneo y mejora la curación. Estas aplicaciones también pueden reducir los espasmos musculares que son comunes entre los pacientes de ciática.
• Si trabaja en un escritorio o en una posición doblada durante gran parte del día, preste mucha atención a su postura.Debe tratar de sentarse con la cabeza alineada con las caderas. También debe hacer descansos frecuentes para aliviar la tensión de la columna vertebral.
• Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos: los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos o AINE, como Tylenol y Advil, pueden proporcionar un alivio significativo del dolor porque reducen la inflamación, una característica común de los discos vertebrales herniados. Antes de tomar AINE, debe consultarlo con su médico porque hay algunos efectos secundarios importantes como la irritación del estómago.
• Inyecciones de esteroides: algunos pacientes con ciática pueden beneficiarse de las inyecciones de esteroides en el lugar de la hernia discal.

Opciones quirúrgicas

Para alrededor del 5 al 10 por ciento de los pacientes con ciática que no responden a las terapias más conservadoras, existe la opción de someterse a un procedimiento quirúrgico. Esta opción suele reservarse para los pacientes cuyo estado no mejora al cabo de tres meses o que pierden el control de la vejiga o los intestinos.

Hay dos tipos de cirugías para la ciática:

1. Discectomía: este tipo de cirugía implica la extirpación de la parte del disco vertebral o del hueso que presiona el nervio ciático. Por lo general, sólo se corta una pequeña parte del disco que ejerce presión, pero puede ser necesario extirpar todo el disco.
2. Laminectomía: este procedimiento elimina parte de la lámina que es el hueso que rodea la médula espinal. Esto debería aliviar la presión sobre el nervio ciático causada por la estenosis espinal. Se trata de una operación más compleja que la discectomía y puede requerir una estancia hospitalaria de uno o dos días.

Artículo escrito por: Dr. Robert Moghim -CEO/Fundador Colorado Pain Care

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