Reciclaje

Según el Grupo Internacional de Estudio del Cobre (ICSG), cerca del 50% del cobre utilizado en Europa procede del reciclaje. Esto revela que nuestras necesidades de cobre se satisfacen cada vez más con el reciclaje de metales. Esta situación beneficiosa para todos está contribuyendo a satisfacer nuestra creciente demanda de este metal (+250% desde los años 60) y, al mismo tiempo, a reducir el impacto medioambiental de su producción y a garantizar la sostenibilidad y la disponibilidad para las generaciones venideras.

Un ordenador contiene alrededor de 1,5 kg de cobre, una casa típica unos 100 kg y una turbina eólica 5 toneladas. Teniendo en cuenta que el cobre puede ser totalmente reciclado y reutilizado una y otra vez, sin ninguna pérdida de rendimiento, tenemos todos los incentivos para asegurarnos de que nuestros productos y los residuos de cobre se procesan correctamente cuando llegan al final de su vida útil. Al fin y al cabo, el cobre de nuestro smartphone podría acabar formando parte del sistema de agua de nuestra casa.

El reciclaje de cobre y la gestión de residuos se han convertido en una parte importante de la cadena de suministro, manteniendo los recursos locales, creando puestos de trabajo locales, ahorrando espacio en los vertederos e incentivando el reciclaje de otros materiales.

El cobre: el campeón del reciclaje

El reciclaje ahorra energía y CO2
El reciclaje del cobre es una forma muy eficiente de reintroducir un material valioso en la economía. Requiere hasta un 85% menos de energía que la producción primaria. En todo el mundo, ahorra 100 millones de MWh de energía eléctrica y 40 millones de toneladas de CO2 al año.

En 2014, se reutilizaron 2,1 millones de toneladas de cobre en Europa, procedentes de productos al final de su vida útil y de residuos industriales reciclados directamente. Este aumento del reciclaje de cobre está siendo impulsado por el crecimiento del uso del metal en todo el planeta y por la demanda de tecnologías pioneras de empresas europeas de primer nivel que permiten una mayor eficiencia en el refinado de chatarra secundaria (de baja calidad) y en el procesamiento para la fusión directa de chatarra de cobre de alta pureza. El cobre está omnipresente en los equipos de los que depende cada vez más la vida moderna, a saber, productos de alta tecnología, instalaciones eléctricas, motores, sistemas solares y edificios inteligentes. Lea más en la sección de aplicaciones.

Desde mediados de la década de 1960, la demanda mundial de cobre refinado ha aumentado más del 250% (de 5 a 20 millones de toneladas). La producción minera sigue siendo vital para satisfacer esta creciente demanda. Garantizar la disponibilidad de cobre suficiente para satisfacer las necesidades futuras de la sociedad requerirá mayores niveles de recuperación y reciclaje, así como importantes inversiones en minería.

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