El color coñac recibe su nombre de la variedad francesa de brandy. Al igual que su homónimo, se asocia a menudo con el lujo, la riqueza y la majestuosidad. Además, al igual que la bebida, el color coñac es un color neutro y terroso compuesto por varios tonos de rojo y marrón. Como tal, puede combinarse con muchos colores utilizando diferentes estrategias de combinación de colores. Combina bien con rojos más profundos o más claros, con el beige y con varios tonos de cobre y marrón. Los colores que acentúan el coñac son el bronceado, el colorete, el ámbar crudo y el púrpura real. El uso de un método triádico de combinación de colores creará colores que contrasten con el coñac. Para conseguirlo, el coñac debe combinarse con el índigo profundo y los verdes oscuros que poseen un rastro de azul. Esto crea una paleta atrevida y viva que es una excelente opción para expresar jovialidad y celebración, al tiempo que mantiene la apariencia tranquila y reflexiva que implica el color coñac.
En cuanto a la temporada, el coñac es una excelente opción para cualquier armario de otoño. La naturaleza sutil y rústica del coñac contrasta y complementa las transformaciones de la naturaleza que solo son posibles durante los ardientes meses del otoño. En octubre de 2014, el coñac fue presentado como el «color del mes» por el programa de remodelación del hogar This Old House, donde se sugirió pintar las habitaciones de este color para provocar sentimientos de lujo y elegancia, o para impartir una sensación de simplicidad rústica.
Muchos interiores regios eligen el coñac como acento o color dominante con el fin de evocar una presencia de majestuosidad. Entre estos lugares se encuentran el Palacio de Buckingham y las mansiones de la época victoriana. Durante el gobierno de Obama, el diseñador de interiores Michael S. Smith eligió acentuar la Casa Blanca con varias piezas de mobiliario de color coñac.
En la rueda de colores, el coñac es varios tonos más oscuro que el burdeos y comparte muchas propiedades con él. Al igual que el color burdeos y la bebida coñac, el color coñac proyecta sofisticación y madurez. Combinar el coñac con púrpuras profundos en un atuendo puede suscitar una sensación de poder tranquilo y seguro. Pintar una habitación de color coñac puede transmitir una sensación de gran calidez y relajación a quienes pasen tiempo en ella.
El coñac se asocia a menudo con rasgos compartidos por los colores que lo componen. Su profundo tinte rojizo puede simbolizar la ambición y el poder, mientras que sus diversos tonos de marrón pueden simbolizar la fiabilidad, la competencia y la practicidad. Estos rasgos combinados son los que confieren al color coñac su profundo sentido de la calma, la regalidad y la calidez.