Los bollos al vapor o bao son un importante alimento básico en la cocina china. Algunas autoridades sitúan el origen del bao al vapor en el periodo de los Estados Guerreros (475-221 a.C.) en China, aunque otras sugieren que el bao es unos siglos más reciente. Los bao tienen parientes en varios países asiáticos, como el mandu coreano, el pau malayo, el nikuman japonés y el siopao filipino.
El bao está hecho de harina, agua y levadura, como cualquier otro pan. La diferencia es que la masa se cuece al vapor, no al horno, lo que la convierte en un bollo caliente y regordete. La masa del bao suele envolver un relleno antes de cocinarlo al vapor. A veces, el bao se sirve sin relleno, como un caldo para las salsas. A menudo se denomina mantou, aunque algunas autoridades definen estos términos de forma diferente. En cuanto a los rellenos, hay infinitas variaciones regionales y posibilidades creativas.
La masa del bao, ligeramente dulce, es indulgente, fácil de elaborar y extremadamente versátil. Esta sencilla receta crea una masa que se puede transformar en muchas formas diferentes, desde un simple mantou al vapor hasta un más elaborado hua juan anudado (o «bollo de flor») y bollos rellenos, como el hum bao. Aunque los bollos reales son pequeños, deben estar generosamente rellenos, no desinflados por el exceso de cocción. La corteza debe ser casi invisible, ultrafina y brillante por el almidón gelatinizado. La miga debe ser tierna, con una textura delicadamente masticable y lo suficientemente blanda como para poder separarla fácilmente.
Los bollos al vapor deben comerse calientes, idealmente lo antes posible después de la cocción al vapor. También puede refrescar los bollos en la vaporera o freírlos si no se consumen inmediatamente.
– Adaptado de Modernist Bread