A continuación se indican algunas de las causas más comunes de la inflamación de las encías:
Enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis):
La enfermedad de las encías es la causa principal de la inflamación de las encías y suele ser el resultado de una mala higiene dental. Cepillarse los dientes y utilizar el hilo dental de forma incorrecta, irregular o no hacerlo en absoluto puede provocar gingivitis. Asegúrese de someterse a revisiones periódicas de la salud bucodental por parte de su dentista, ya que la gingivitis puede derivar en otras enfermedades graves.
Cambiar de marca de pasta de dientes:
Usar una nueva marca de pasta de dientes podría causar una reacción alérgica y provocar la inflamación de las encías. Si ha cambiado recientemente de marca de pasta de dientes y nota irritación o dolor en las encías, compruebe la etiqueta de ingredientes para comparar las marcas en busca de nuevos ingredientes.
Comienzo de un nuevo medicamento o tratamiento:
Si ha empezado a tomar recientemente un nuevo medicamento y ha empezado a ver signos de encías inflamadas, consulte a su médico sobre los posibles efectos secundarios. Además, los tratamientos como la quimioterapia pueden suponer un estrés importante para el cuerpo que podría provocar la inflamación de las encías.
Nutrición deficiente:
La falta de vitamina C puede provocar la inflamación de las encías. Si su dieta no incluye alimentos ricos en vitamina C y empieza a mostrar signos de encías inflamadas, considere la posibilidad de añadirlos a su dieta en mayores cantidades. La col rizada, el kiwi, las cerezas, el brócoli y los cítricos son ricos en vitamina C.
Traumatismos:
Un impacto directo en la boca puede provocar la inflamación o el sangrado de las encías. Esto también puede ser desencadenado por la introducción de aparatos dentales como frenos, retenedores o prótesis dentales. El cuerpo suele adaptarse a estos aparatos con el tiempo, pero pueden provocar cierta hinchazón o molestias a corto plazo.
Embarazo:
Las encías hinchadas o inflamadas son comunes durante el embarazo. Esto se debe a los cambios hormonales en el cuerpo que afectan a la forma en que reacciona a las bacterias. Esto puede hacer que la placa se acumule más fácilmente y desencadene la inflamación de las encías.