Si estás familiarizado con un chasquido cuando flexionas la pierna o un crujido audible cuando te estiras después de correr, presta atención: Un chasquido, un crujido y un estallido en las articulaciones de las rodillas -incluso si es indoloro- podría ser un importante factor de predicción de la artritis en el futuro, según han descubierto investigadores del Baylor College of Medicine.
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Los investigadores se propusieron identificar algunas señales de advertencia temprana de la osteoartritis que podrían permitirle adelantarse a la curva de las rodillas que crujen. En concreto, analizaron si los chasquidos indoloros en la articulación, también conocidos como crepitación, apuntaban a una artritis sintomática completa más adelante.
Analizaron cuatro años de datos de la Iniciativa de Osteoartritis, observando a los participantes que tenían al menos una rodilla sin artritis sintomática (es decir, sin dolor). Descubrieron que los chasquidos indoloros predecían en gran medida el desarrollo de artritis dolorosa en la rodilla durante el año siguiente.
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De todos los casos de artrosis sintomática encontrados en el estudio, el 75% de ellos procedían de participantes que previamente mostraban signos de crujidos y chasquidos pero sin dolor en la rodilla. Los participantes que a veces tenían rodillas que crujían tenían algo menos del doble de probabilidades de desarrollar signos dolorosos de artritis en el plazo de un año, mientras que los que informaban de crujidos constantes tenían tres veces más probabilidades.
Si ya está familiarizado con las rodillas que crujen pero aún no siente ningún dolor, hay cosas que puede hacer para reducir su riesgo en el futuro, dijo la doctora Grace Lo, autora principal del estudio, dijo en un comunicado de prensa – a saber, la lucha contra la obesidad, ya que el peso extra ejerce presión sobre las rodillas que desgasta el cartílago.
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De hecho, en un estudio separado publicado este mes, los investigadores de la Universidad de California en San Francisco encontraron que los individuos con sobrepeso y obesos que perdieron sólo el 5% de su peso corporal vieron disminuciones significativas en la degeneración del cartílago. Si puedes bajar un 10%, salvarás aún más cartílago.
Este artículo apareció originalmente en www.mh.co.za
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