La posibilidad de imprimir en 3D CUALQUIER COSA de forma económica y eficiente en el tiempo es una propuesta irresistible. Sin embargo, los materiales impresos en 3D no son el final de la historia, ya que existen técnicas para crear materiales/objetos que pueden ser preprogramados para funcionar de una manera determinada. En este artículo exploramos el concepto aún más nuevo de la impresión 4D.
Una definición de la impresión 4D
El término impresión 4D fue acuñado por primera vez por el profesor de TED Skylar Tibbits en su discurso de febrero de 2013 en la Conferencia del MIT.
Una definición de la impresión 4D podría ser:
«El uso de una impresora 3D en la creación de objetos que cambian/alteran su forma cuando se retiran de la impresora 3D. El objetivo es que los objetos fabricados se autoensamblen al ser expuestos al aire, al calor o al agua, lo que se produce por una reacción química debida a los materiales utilizados en el proceso de fabricación.»
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre la impresión 4D y la 3D?
Piensa que la impresión 4D es lo mismo que la impresión 3D con el añadido del tiempo. Al añadir tiempo a la impresión 3D nace el concepto de impresión 4D. Esto permite preprogramar los objetos de diversas maneras para que reaccionen a una serie de estímulos diferentes.
La impresión 4D es futurista pero tiene un futuro muy emocionante. La impresión 4D ofrece la posibilidad de diseñar CUALQUIER forma transformable, que puede fabricarse con una gran selección de materiales. Estos diferentes materiales tendrán muchas propiedades diferentes y una gama de aplicaciones y usos potenciales. Existe una oportunidad real para la creación de objetos dinámicos autoensamblables que podrían transformarse y utilizarse en una amplia gama de industrias y en un gran número de aplicaciones.
Ejemplo de una flor impresa en 4D creada por investigadores de la Universidad de Harvard