Gelsemium sempervirens L. (Gelsemium) se utiliza tradicionalmente por sus propiedades de tipo ansiolítico y su mecanismo de acción en modelos de laboratorio está bajo escrutinio. Se han comunicado pruebas de modelos de roedores que sugieren la existencia de una alta sensibilidad del sistema nervioso central al poder ansiolítico de los extractos de Gelsemium y las diluciones homeopáticas. La investigación in vitro de dosis extremadamente bajas de este extracto vegetal mostró una modulación de la expresión génica de los neurocitos humanos. Estos estudios fueron criticados en algunos comentarios, generaron un debate en la literatura y fueron seguidos por otros estudios experimentales de varios laboratorios. Las dosis tóxicas de Gelsemium provocan signos neurológicos caracterizados por una marcada debilidad y convulsiones, mientras que las dosis ultrabajas o las diluciones homeopáticas elevadas contrarrestan las convulsiones inducidas por el litio y la pilocarpina, disminuyen la ansiedad tras el estrés y aumentan la hormona alopregnanolona antiestrés, a través de los receptores de glicina. Dosis bajas (no homeopáticas) de esta planta o de sus alcaloides disminuyen el dolor neuropático y la expresión de c-Fos en el cerebro de los ratones y el estrés oxidativo. Debido a la complejidad del asunto, varios aspectos merecen ser interpretados y los principales temas controvertidos, con un enfoque en las cuestiones de la farmacología de alta dilución, son discutidos y aclarados.