Los humanos somos animales sociales: está en nuestra naturaleza querer conectar con los demás. Cuando esas necesidades no se satisfacen, es completamente normal sentirse solo. La soledad es una emoción universal; todos la sentimos en un momento u otro.
A veces se debe a que estamos aislados de otras personas. Pero, a menudo, aparece sigilosamente cuando te sientes desconectado o incomprendido por la gente que te rodea. Sentir que no «encajas» -con tus compañeros de clase, con tus amigos, con la sociedad en general- es normal a cualquier edad.
Aunque la soledad es algo con lo que todos podemos identificarnos, todos la experimentamos de forma diferente. Lo que te hace sentir solo puede no molestar a otra persona, y viceversa. También hay muchos tipos diferentes de soledad. Puede que tengas un grupo de amigos muy cercano, pero que te gustaría tener ese mejor amigo al que acudir. O tal vez tengas ambos, pero eches de menos una relación sentimental. Puede que te cueste conectar rápidamente con desconocidos y acabes sintiéndote solo en entornos nuevos. La soledad que sientes, independientemente de tu situación, es completamente razonable y válida.
A veces puedes sentirte solo debido a algo en tu entorno. Puede que te sientas solo después de mudarte o de pasar por una ruptura. O puede que estés pasando por una mala racha en tu vida y desees tener a alguien que te apoye en ella. La soledad también puede ser un signo de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental. (Si te preocupa tu salud mental, haz uno de nuestros tests de salud mental)
Sea cual sea el motivo, sentirse conectado con los demás es una parte importante del bienestar general. Aquí tienes algunos consejos para sentirte menos solo:
Reconoce que te sientes solo.
El cambio suele empezar por admitir cómo te sientes, aunque sea ante ti mismo. Intenta identificar por qué y cómo te sientes solo. Una vez que tengas una mejor comprensión de tu propia experiencia con la soledad, es mucho más fácil averiguar qué pasos dar para sentirte mejor.
Potencie las conexiones que ya tiene.
La soledad puede consumirlo todo, lo que hace que sea difícil reconocer las relaciones que tienes delante de ti. ¿Tienes compañeros de trabajo que parecen agradables pero con los que no estás muy unido? Quizá haya un nuevo alumno en tu clase que probablemente también esté buscando un amigo. O esa persona con la que nunca has hablado a pesar de que siempre os dais «me gusta» en las redes sociales. Intenta acercarte a una de estas personas, o a un amigo con el que perdiste el contacto hace unos años.
Puede que te sorprenda lo dispuestas que están algunas de estas personas a conectar a un nivel más profundo. Aunque no se conviertan en tu nuevo mejor amigo, es agradable sentirse un poco más conectado con la gente que te rodea.
Únete a un club o toma una clase.
¿Y si quieres conocer gente nueva? Participa en actividades que giren en torno a tus intereses. Es más fácil entablar una amistad con personas con las que tienes algo en común. Busca un club de lectura, un equipo deportivo o una clase de arte. Incluso puedes empezar a asistir a una clase de gimnasia a la misma hora cada semana: es probable que veas algunas de las mismas caras con regularidad. Y no te olvides de los grupos online. Si no encuentras un buen grupo local, probablemente haya una gran comunidad online para cualquier afición o interés que se te ocurra.
Cuida de otra persona.
Lo que realmente falta cuando te sientes solo es un sentido de pertenencia. Ayudar a los demás puede ayudarte a sentirte necesitado. Tal vez tenga un vecino o un familiar al que le gustaría tener alguien con quien desahogarse. Averigua si la residencia de ancianos o el refugio de animales de tu localidad (sí, los cachorros cuentan como «alguien más») podrían necesitar una ayuda. Devolver algo a tu comunidad es una forma estupenda de sentirte menos solo en el mundo.
Pasa tiempo en público.
Si mantener una conversación te parece intimidante, haz lo posible por salir en público. Estar rodeado de otros, aunque no interactúes con ellos, puede disminuir la intensidad de tu soledad. Si necesitas hacer los deberes, ve a la biblioteca en lugar de hacerlo en tu habitación. ¿Planeas navegar sin sentido por tu teléfono durante 30 minutos? Ve a por un tentempié y una mesa en tu cafetería favorita y pasa allí tu descanso de las redes sociales.
(Por supuesto, esto parece un poco diferente durante la pandemia de coronavirus. Asegúrate de seguir las pautas de distanciamiento social. Aun así, salir a tomar aire fresco puede ayudarte a sentirte parte de tu comunidad y menos encerrado.)
Disfruta de tu propia compañía.
Estar solo no tiene por qué significar estar solo. La comunidad es importante, pero también lo es tu relación contigo mismo. Asegúrate de que te hablas con amabilidad y te das el mismo crédito que le darías a otra persona. Apóyate en las actividades en solitario que te gustan: hazte con esa lista de películas que quieres ver o cómprate un kit de iniciación para esa nueva afición que quieres practicar. Tómate tiempo para reconectar con lo que realmente eres: tus puntos fuertes, tus puntos débiles, tus objetivos y todo lo que te hace ser tú.
Bonito: cuando te conoces mejor, es más fácil sentirte bien contigo mismo cuando sales a socializar.