En la vida suele merecer la pena vigilar de cerca a los competidores y rivales. El libro de la historiadora Doris Kearns Goodwin, Equipo de rivales, cuenta cómo el presidente estadounidense Abraham Lincoln convenció a cada uno de sus rivales políticos para que se unieran a su gabinete, convirtiéndolos así en sus aliados.
Pero la formación de alianzas con potenciales competidores no es exclusiva de los humanos. En un estudio publicado en Current Biology, mis colegas y yo describimos cómo este comportamiento también se da entre los delfines mulares.
Descubrimos que los delfines macho individuales conservan su silbido característico único, lo que les permite reconocer a muchos amigos y rivales diferentes en su red social, algo que no se conoce actualmente de ningún otro animal no humano.
La red de la Bahía del Tiburón
En la Bahía del Tiburón, en Australia Occidental, parejas y tríos de delfines machos sin relación entre sí trabajan juntos en alianzas para pastorear a las hembras solteras en busca de oportunidades de apareamiento. En un segundo nivel, los equipos de alianzas trabajan juntos para robar hembras de las alianzas contrarias y para defenderse de esos intentos de robo.
Los machos cooperan, pues, con individuos con los que están en competencia reproductiva directa, ya que el éxito de la paternidad no puede ser compartido. Pero los lazos entre estos equipos de rivales son tan fuertes como los que existen entre madres y crías, y estas amistades y alianzas pueden durar vidas enteras.
Entonces, ¿cómo hacen estos machos para llevar la cuenta de todas estas relaciones diferentes, y cómo mantienen unos lazos sociales tan fuertes? La respuesta puede estar más cerca de casa de lo que crees.
Etiquetas vocales de los delfines
Investigaciones anteriores han demostrado que los delfines mulares desarrollan una etiqueta vocal individual conocida como su silbido característico, que utilizan para transmitir su identidad.
Estos delfines no nacen con su propio silbido característico. Más bien, cada delfín desarrolla un silbido característico dentro de los primeros meses de vida que es estructuralmente único de los de sus compañeros.
Se ha demostrado que estos silbidos característicos son algo comparable a los nombres humanos. Los delfines los utilizan para presentarse o incluso para copiar a otros como medio para dirigirse a individuos concretos.
Durante décadas se pensó que los delfines macho convergían en un silbido característico compartido cuando formaban alianzas entre ellos.
Se propuso que dicha firma de alianza permitiría a los machos anunciar su pertenencia a la alianza a los machos competidores o a las hembras sexualmente receptivas. Un tipo de insignia vocal o etiqueta de grupo.
Intrigantemente, encontramos que los delfines machos en la Bahía del Tiburón conservan etiquetas vocales individuales distintas de sus aliados.
Delfines con nombres individuales
Este es un hallazgo inesperado, ya que es bien sabido que los animales que forman fuertes lazos sociales se acomodan vocalmente entre sí, haciendo sus llamadas más similares. Al hacerlo, los animales no sólo anuncian la fuerza de sus relaciones, sino también su pertenencia al grupo.
Esta convergencia vocal se encuentra en muchos animales, incluyendo loros, pájaros cantores, murciélagos, elefantes y primates.
Sin embargo, parece que en la compleja red de alianzas de los delfines en la Bahía de los Tiburones, conservar los «nombres» individuales es más importante que compartir las llamadas. Permite a los delfines macho reconocer a muchos amigos y rivales diferentes en su red social.
Incluso dentro de estas alianzas de delfines los machos pueden mostrar preferencias y evitar con quién cooperan.
Se ha demostrado que los delfines mulares recuerdan los silbidos característicos de otros individuos incluso después de 20 años de separación. Esta memoria social a largo plazo, combinada con el uso de etiquetas vocales individuales, permite a los delfines hacer un seguimiento de muchas relaciones diferentes, así como de la historia de esas relaciones.
Nuestra investigación sugiere que las etiquetas vocales desempeñan un papel central en el reconocimiento de socios cooperativos y competidores en los mercados biológicos.
Vinculación entre machos, al estilo de los delfines
Si los delfines machos aliados no convergen en llamadas similares, entonces ¿cómo refuerzan sus fuertes vínculos?
Bueno, los machos de la Bahía de los Tiburones invierten mucho tiempo en comportamientos de contacto suave, como las caricias.
Esto puede ser similar al comportamiento de acicalamiento en los primates, que se ha relacionado con la liberación de oxitocina. La oxitocina es una hormona que se sabe que facilita el vínculo social entre humanos y animales no humanos, además de promover la confianza y la cooperación.
Las alianzas de los delfines en la Bahía de los Tiburones también se caracterizan por altos niveles de comportamiento sincrónico. Los machos de las alianzas pueden realizar los mismos comportamientos exactamente al mismo tiempo, saliendo a la superficie en una sincronía precisa o realizando exhibiciones coordinadas.
Parece que la sincronía, más que las llamadas compartidas, es lo que representa la unidad de la alianza.
En las sociedades humanas, se cree que el comportamiento sincrónico, como el baile coreografiado, la marcha militar o los desfiles, ha evolucionado para señalar la calidad de las relaciones.
Parece, pues, que las alianzas multinivel de los delfines de la bahía de los tiburones comparten algunos rasgos con las sociedades humanas, en las que las etiquetas vocales individuales ayudan a reconocer a los socios cooperativos, y la sincronía es una señal que indica la fuerza de esas alianzas.