Las misteriosas profundidades del reino de los sueños


¿Has oído alguna vez a alguien decir: «Sólo era un sueño»? En lugar de ser tan frívolo con ese extraño tiempo entre nuestras horas de sueño y de vigilia, ¿qué pasaría si soñar fuera una de esas cosas que deberíamos tomar más en serio?

Hemos avanzado mucho. El rápido desarrollo científico y los avances tecnológicos siguen haciéndonos avanzar. Y sin embargo, todavía hay muchas cosas que no entendemos. Por qué soñamos es una de esas cosas.

Aunque los investigadores han ofrecido teorías que van desde la consolidación de la memoria hasta la simulación de amenazas, la regulación emocional y todo un revoltijo de grandes palabras, la ciencia aún no nos ha dado una explicación unificada, establecida entre todos los expertos.

Sin una respuesta (y sin una a la vista), nos quedamos reflexionando sobre la extrañeza de los sueños, sin llegar a comprender ni utilizar del todo el posible poder y la maravilla de esa realidad alternativa que todos hemos visitado (aunque no la recordemos). Las posibilidades de tener una visión creativa, de poder realizar las molestas tareas domésticas o escolares mientras se duerme o incluso de tener extrañas premoniciones que parecen hacerse realidad, permanecen continuamente inexploradas por muchos de nosotros.

Entonces, ¿un sueño es sólo un sueño? ¿Es el sueño una puerta de entrada a un misterio mayor o no es más que las señales agitadas de tu mente mientras se apagan las luces?

Una conciencia antigua
La idea de que el sueño nos lleva a un reino alternativo ha formado parte de las culturas antiguas a través de varias tribus durante siglos.

Mucho antes de la era moderna, las tribus árabes de Oriente Medio practicaban el arte de la interpretación de los sueños para descubrir patrones y echar un vistazo a su interior en busca de respuestas sobre la vida o la salud. Comprendían que nuestro subconsciente podía comunicar la condición de nuestro estado mental, emocional o físico a través del poder del sueño.

Y lo que es más interesante, creían en la posibilidad de las premoniciones y en que desvelar los enigmas de los sueños podía permitirnos a veces asomarnos al futuro o darnos una visión de lo desconocido. Todos hemos oído historias, o incluso hemos experimentado de primera mano, cómo los sueños pueden tener a veces un extraño parecido con los sucesos futuros (o viceversa). Dado que el tiempo en sí es un concepto frágil y que aún no se han descubierto todas las capacidades de la condición humana, las situaciones recurrentes siguen siendo un misterio pertinente.

Los aborígenes de Australia han mantenido durante mucho tiempo como parte de su sistema de creencias la idea de un reino de los sueños. Conocido como el Tiempo del Sueño, la comprensión aborigen del mundo apunta a su creación y a sus grandes historias. Los aborígenes se refieren al Tiempo del Sueño como el principio del conocimiento a partir del cual se originan las leyes de la existencia, y sostienen que toda la vida tal y como la conocemos (humana, animal, pájaro o pez) forma parte de una vasta red de relaciones que puede remontarse a los grandes espíritus del Tiempo del Sueño.

Este concepto de «Sueño» continúa en la vida espiritual de los aborígenes en la actualidad. Consideran que el espacio del sueño es sagrado, con vínculos de origen espiritual.

La cultura de los nativos americanos también está profundamente arraigada en el concepto de los sueños y es un testimonio del poder del reino de los sueños a lo largo de la historia en numerosas civilizaciones antiguas. El atrapasueños, quizás más conocido en el mundo moderno como baratija o accesorio de moda, es un aro de sauce hecho a mano en el que se teje una red. También puede incluir elementos sagrados como plumas o cuentas. Tradicionalmente, los atrapasueños solían colgarse sobre las cunas como forma de protección, pues se creía que atrapaban los sueños o espíritus malignos para mantener a salvo a los niños que dormían.

Tomando el control
Aquí hay otra cosa misteriosa sobre los sueños: ¡Puedes controlarlos! Con un poco de práctica, puede darse lo que se conoce como sueño lúcido.

El proceso de estar «despierto dentro de tu sueño» comienza mucho antes de dormir, configurando tus hábitos y tu entorno, utilizando un diario de sueños y mucho más. Mediante un esfuerzo constante, puedes transformar el reino que te rodea mientras sueñas. Los paisajes son libres para que los moldees y las situaciones se transformen según tus deseos.

Las mejores mentes saben desde hace tiempo que la realidad es subjetiva y que el reino de los sueños se considera más auténtico que el mundo de la vigilia (la vida no es más que un sueño…).

El sueño lúcido es una forma de conectar no sólo con nosotros mismos, sino también con lo que hay más allá de los límites del yo.

Varias fuentes y comunidades en línea guían al aspirante a soñador lúcido para que alcance el control total de sus sueños. La capacidad de convertir el tiempo que dedicas a soñar en la exploración de tu interior, en la diversión, en la realización de tareas o en la aventura hacia lo más desconocido es muy accesible hoy en día.

Utilizar tu tiempo de sueño para la productividad tiene un beneficio añadido. El material que construyes o el trabajo que realizas en el reino de los sueños permanece allí para siempre y puedes volver a él una y otra vez. Ahora, lo siguiente que deberíamos pensar en inventar es una impresora 3D que lleve el trabajo que hacemos en el reino de los sueños al reino de la vigilia. Imagina lo que podrías hacer con ocho horas más al día.

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