El Tahuantisuyo Las cuatro partes del mundo

Fue el territorio que dominaron los incas desde su fundación por Manco Cápac, durante el siglo XII. Estaba dividido en cuatro grandes «suyos» (comarcas o sectores) llamados Antisuyo (zona este, selva o zona salvaje), Chinchaysuyo (zona noroeste), Contisuyo (zona oeste) y el Collasuyo (zona sur). Los cuatro «suyos» confluían en el Koricancha, el templo sagrado más importante de los incas en la ciudad del Cuzco, hasta donde llegaban todos los caminos.

En 1531, a la llegada de los españoles, los límites al norte eran Pasto (Colombia), al este la selva amazónica, al sur el río Maule en Chile y las pampas de Tucumán en Argentina, y al oeste el Océano Pacífico, alcanzando más de 2 millones de kilómetros cuadrados, con una población superior a los 10 millones de habitantes.

Su centro cultural y religioso era la ciudad de Cuzco (el ombligo del mundo) donde residía el «Zapa Inca» con su corte real. Hicieron uso de todo el conocimiento que habían adquirido durante milenios y de las naciones que conquistaron, lo que les permitió tener su notable organización y desarrollo.

Organización política
El Zapa Inca, rey absoluto, asesorado por un comité consultivo real gobernaba el pueblo. El Zapa Inca administraba rigurosamente por leyes, era considerado infalible y justo por ser hijo del dios Inti (el sol). No abusaba, siendo ejemplo de virtud; tenía por dogma aumentar los territorios a través de nuevas conquistas. Gobierno de tipo socialista, la pobreza no existía, y el pueblo tenía la obligación de trabajar. Administrativamente tenía por unidad básica el ayllu, grupo de 10 familias.

Religión
Politeístas, tenían por dioses al Inti (sol), Pachacámac y Viracocha o Wiracocha, y como divinidades a Quilla (luna), Illapa (rayo o relámpago), Pirúa (protector de los tesoros y provisiones – el planeta Júpiter), entre otros. Consideraban al hombre como un ser de cuerpo y alma, y la existencia de otra vida física después de la muerte. Construyeron templos a Inti y Quilla, acllahuasis (Templos de las Vírgenes) dirigidos por sacerdotes de sangre real en el Cusco y para los nobles en los «suyos»; los templos estaban muy adornados en oro, plata y piedras preciosas. (Ver Koricancha)

Lenguaje
Hicieron uso obligatorio del quechua para la unificación de los ciudadanos; sólo tenían un dialecto conocido por los de sangre real.

Educación
Sólo se impartía a los de sangre real; asistían a escuelas (Yachayhuasi, la casa del conocimiento) dirigidas por los Amautas (sabios). No conocían la escritura. Dominaban las matemáticas mediante los quipus, artificio mnemotécnico, hecho de hilos de lana de uno o varios colores de 60 cm. de longitud, unidos por un extremo a otro hilo. Servían para registrar cantidades numéricas según la posición del nudo en el hilo. El color o la combinación de colores indicaban el objeto o el censo del artículo. Al ser anudados pequeños objetos a un hilo podían registrar leyes emanadas por los Zapa Inca, leyendas, sustituyendo parcialmente la falta de escritura. Su uso también les permitía llevar el control de las cosechas, los tributos a pagar, el censo de la población, etc. Los intérpretes de los quipus eran llamados quipucamáyoc.

Ejércitos
Tenían organización militar, eligiendo capitanes a los más valientes y leales, comandados por generales. En las campañas de conquista procuraban no librar batallas en los pueblos, intimidando al enemigo a su entrega, pues su fin era el sometimiento para la mejora de sus condiciones de vida, y no la ambición del poder.

Alimentación
Prácticamente vegetariana, utilizando muy poco la carne en su dieta; tenían prohibida la caza de animales; utilizaban almacenes para conservar los granos (colcas y pirúas).

Agricultura y ganadería
Desarrollaron una alta tecnología en el área andina, mediante la construcción de andenerías y extraordinarios y complejos sistemas de riego artificial. Tenían grandes extensiones de cerdas, y una gran variedad de plantas domesticadas, utilizaban fertilizantes, logrando una producción que permitía alimentar a más de 10 millones de habitantes (ver Písac y Moray). Dominaron la técnica de producción de papa y maíz, siendo el mayor aporte de la cultura incaica a la humanidad, siendo las plantas que constituyen la base alimenticia de muchas naciones del orbe actualmente. En la ganadería, fueron capaces de domesticar la llama y la vicuña.

Construcciones
Trazaron ciudades perfectamente organizadas, construidas en piedra refinada, ignoraron la bóveda, no utilizaron herramientas para el corte de la piedra, ni cemento para la unión de piedras, logrando uniones casi perfectas. Construyeron templos, fortalezas, edificios, casas y puentes. (Ver Machu Picchu, Choquequirao, Ollantaytambo, Sacsahuamán, Koricancha).

Trazaron caminos reales que comunicaban las principales ciudades de los cuatro suyos, acondicionando en sus márgenes «tambos» (lugar de descanso y avituallamiento) por donde se desplazaban los chasquis (mensajeros corredores).

Artes
No alcanzaron la perfección de la cerámica preincaica; su pieza característica «el aribalo». El arte textil se desarrolló con rigor y uniformidad, utilizaron en su decoración dibujos abstractos y geométricos mostrando a veces plantas, serpientes y aves. El trabajo en metales fue de influencia Chimú, pero con decoración en relieve y simplificada, lograron hermosas piezas en oro y plata, combinadas con piedras preciosas. La música y la danza eran muy cultivadas.