La literatura reciente atestigua el creciente número de enzimas para las que se conocen isoenzimas o la estructura de las subunidades, o ambas. En los últimos años se han publicado varios simposios y revisiones.46-50 En la tabla 4 se enumeran algunas actividades enzimáticas para las que se han descrito isoenzimas. Sólo se incluyen las que se encuentran en los mamíferos. Están clasificadas en un orden aproximado de utilidad aparente en el diagnóstico clínico, con las enzimas que muestran localización tisular y diferencias catalíticas enumeradas en primer lugar. También se indica el número de formas moleculares y la presencia o ausencia de una estructura de subunidad conocida.
Se han realizado estudios clínicos con varias de las isoenzimas enumeradas en la tabla 4, y las referencias que indican estos estudios están marcadas con un asterisco. Los datos presentados en la tabla indican que podría derivarse información clínica valiosa del estudio de otras isoenzimas, especialmente la fosfofructocinasa, para la que existen diferencias tisulares y catalíticas adaptables. Las pautas expuestas en esta revisión pueden utilizarse para investigar aún otras isoenzimas, como las estudiadas en formas inferiores.79-85 En resumen, el estudio de las isoenzimas, al igual que el de las enzimas y otras sustancias químicas específicas de los órganos, presenta una oportunidad de gran especificidad y precisión en la localización y el seguimiento de los procesos de la enfermedad.