¿Qué es una infección de la herida?
La infección de la herida es definida por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. como infección del sitio quirúrgico (SSI). Se define además como:
- Infección superficial de la incisión: la infección afecta sólo a la piel y al tejido subcutáneo de la incisión.
- Infección profunda de la incisión: la infección afecta a los tejidos profundos, como las capas faciales y musculares.
- Infección de órganos/espacios: la infección afecta a cualquier parte de la anatomía en órganos y espacios distintos de la incisión, que se abrió o manipuló durante la operación.
Aunque esta definición de infección de heridas se limita a las que surgen de una incisión quirúrgica, una definición más amplia y general sería una infección de una herida causada por una lesión física de la piel como resultado de un traumatismo penetrante de plantas, animales, armas, cuchillos u otros objetos. Las heridas rompen la continuidad de la piel y permiten que los organismos accedan a los tejidos y causen una infección.
Las infecciones que surgen en las heridas quirúrgicas son una de las infecciones hospitalarias más comunes y son una causa importante de morbilidad y mortalidad. Por lo tanto, este artículo se centra en el reconocimiento y el tratamiento de las infecciones de las heridas quirúrgicas.
¿Qué define una infección de la herida quirúrgica?
Una infección de la herida quirúrgica/sitio se define por los siguientes criterios. La infección debe producirse en los 30 días siguientes a la operación quirúrgica, y debe darse al menos uno de los siguientes casos:
- Secreción purulenta del sitio quirúrgico
- Secreción purulenta de la herida o del drenaje colocado en la herida
- Organismos aislados del cultivo de la herida obtenido asépticamente
- Debe darse al menos uno de los signos y síntomas de infección: dolor o sensibilidad, hinchazón localizada o enrojecimiento/calor.
Otros signos de infección de la herida incluyen:
- Retraso en la cicatrización no previsto previamente.
- Decoloración de los tejidos tanto dentro como en los márgenes de la herida.
- Olor anormal procedente de la zona de la herida.
- Tejido de granulación frágil y sangrante a pesar de los cuidados y el tratamiento adecuados.
- Linfangitis, una línea roja que se origina en la herida y que conduce a la inflamación de los ganglios linfáticos sensibles que drenan la zona afectada.
Las infecciones del sitio quirúrgico no incluyen un absceso de sutura, una infección de episiotomía, una cicatriz de circuncisión de un recién nacido o una herida de quemadura térmica infectada.
Infección de la herida
¿Qué causa una infección de la herida?
Las infecciones de la herida están causadas por el depósito y la multiplicación de microorganismos en el sitio quirúrgico de un huésped susceptible. Hay varias formas en que los microorganismos pueden entrar en las heridas.
- Contacto directo – transferencia desde el equipo quirúrgico o las manos de los cirujanos o el personal de enfermería
- Dispersión aérea – aire circundante contaminado con microorganismos que se depositan en la herida
- Autocontaminación – migración física de la propia flora endógena del paciente que está presente en la piel, las membranas mucosas o el tracto gastrointestinal al sitio quirúrgico.
Los organismos causantes más comunes asociados a las infecciones de heridas incluyen Staphylococcus aureus/MRSA, Streptococcus pyogenes, Enterococos y Pseudomonas aeruginosa.
Factores contribuyentes
Características generales del paciente
- Edad, obesidad, desnutrición
- Trastornos endocrinos y metabólicos
- Tabaco
- Hipoxia/anemia
- Enfermedad maligna
- Inmunosupresión.
Características de la herida
- Tejido no viable en la herida
- Cuerpos extraños
- Isquemia tisular
- Formación de hematomas.
Características operatorias
- Técnica quirúrgica deficiente
- Tiempo de operación prolongado (> 2 horas)
- Contaminación intraoperatoria
- Estancia preoperatoria prolongada
- Hipotermia.
¿Cuál es el riesgo de infección de la herida?
El riesgo de infección de la herida varía según el tipo de cirugía. Ciertos tipos de cirugía conllevan un mayor riesgo de contaminación que otros y han dado lugar a la siguiente clasificación de las heridas quirúrgicas.
Herida limpia, por ejemplo, una reparación de hernia
- Herida operatoria no infectada
- Sin inflamación aguda
- Sin entrada a órganos internos
- Sin ruptura de la técnica aséptica
Herida limpia-contaminada, por ejemplo, una apendicectomía
- Apertura a órgano interno pero derrame mínimo o nulo del contenido
- Sin evidencia de infección o ruptura importante de la técnica aséptica
Herida contaminada, por ejemplo, colectomía por obstrucción
- Apertura a órganos internos con inflamación o derrame de contenido
- Ruptura importante de la técnica aséptica
Herida sucia
- Inflamación purulenta
- Formación de absceso intraperitoneal o perforación visceral
¿Cómo se previenen las infecciones de la herida?
El objetivo del tratamiento de la infección de la herida es prevenir o minimizar el riesgo de infección. Para prevenir la infección se utilizan los siguientes factores o métodos externos al paciente.
El entorno del quirófano y el cuidado del instrumental
- Mantener la ventilación con presión positiva del quirófano
- Flujo de aire laminar en zonas de alto riesgo
- Esterilización del instrumental quirúrgico, suturas, etc., de acuerdo con las directrices
Miembros del equipo quirúrgico educados en la técnica aséptica
- Se excluye del servicio al personal con infecciones
- Lavado seguido de un atuendo estéril apropiado
Las técnicas aplicadas al paciente para prevenir las infecciones de las heridas incluyen:
- Preparación de la piel
- Limpieza de la herida
- Profilaxis antibiótica
- Buena técnica quirúrgica.
Los limpiadores antisépticos de heridas son adecuados para heridas limpias o ligeramente contaminadas. La profilaxis antibiótica puede estar indicada para las heridas limpias-contaminadas y suele recomendarse para las heridas contaminadas. Los antibióticos para las heridas sucias forman parte del tratamiento porque la infección ya está establecida. Al decidir un antibiótico profiláctico hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Utilizar un antibiótico basado en las bacterias probables causantes de la infección
- Un antibiótico debe tener una buena penetración tisular para llegar a la herida implicada
- Momento y duración del antibiótico: es importante que se alcancen concentraciones terapéuticas en el momento de la incisión, a lo largo del procedimiento quirúrgico e, idealmente, unas horas después de la operación.
La infección de la herida puede complicar la enfermedad, causar ansiedad, aumentar el malestar del paciente y provocar la muerte. Se estima que las infecciones de las heridas quirúrgicas suponen un aumento de la duración de la estancia hospitalaria en unos 7-10 días. Por lo tanto, la prevención y el tratamiento de la infección de la herida tienen un gran impacto tanto en la salud del paciente como en la economía de la salud.