Oportunidades de trazabilidad
La trazabilidad ya es una herramienta vital para garantizar la seguridad de nuestros alimentos e implementar las retiradas cuando sea necesario. Pero con un mayor interés del consumidor por la procedencia, en 2030 se exigirá una trazabilidad más precisa de la granja a la mesa.
«La trazabilidad mejorada se utilizará para demostrar mejoras en el bienestar de los animales, el bienestar de las personas y la prueba de origen»
Mientras se endurecen las normativas nacionales o internacionales, la sociedad exige cada vez más información sobre el origen de los alimentos y la forma en que éstos (materias primas o productos procesados) llegan al consumidor final. Se espera un aumento de la demanda de garantías sobre la seguridad y el bienestar de los productores, la huella medioambiental, la ética sanitaria y el bienestar de los animales.
A través del uso de datos iniciales verificados, el etiquetado digital seguro y el blockchain, se puede proporcionar trazabilidad y garantía digital en la cadena de suministro y se permite a las empresas gestionar de forma proactiva sus cadenas de suministro para garantizar prácticas responsables, éticas y sostenibles en todos los niveles1.
En 2030, esperamos que los altos niveles de transparencia sean un requisito común en toda la industria, en parte debido a las nuevas sustancias (por ejemplo, proteínas alternativas) que entran en nuestra cadena alimentaria. Esperamos que dietas como el veganismo desempeñen un papel cada vez más importante en 2030, lo que conducirá al crecimiento de nuevas fuentes de alimentos no convencionales y basadas en plantas. Además, se utilizará una mayor trazabilidad para demostrar mejoras en el bienestar de los animales, el bienestar humano y la prueba de origen.
Los futuros productos de garantía digital se basarán en la tecnología de libro mayor digital (por ejemplo, blockchain), que actúa como generador de confianza, garantizando la autenticidad de cualquier dato relacionado con cada producto. Los datos pueden capturarse a lo largo de la cadena de suministro, añadirse al libro de contabilidad digital y combinarse con la tecnología de etiquetado inteligente. Estos sistemas integrales permitirán a los consumidores y a los organismos reguladores acceder a información totalmente certificada con solo pasar un smartphone o echar un vistazo a un dispositivo portátil. Permitirá a los asistentes personales digitales, por ejemplo, excluir los productos no certificados y clasificar y priorizar las opciones de compra en línea para los consumidores finales. Los vendedores pueden utilizar la información basada en la digitalización para presentar opciones adaptadas a las necesidades de las personas. Por ejemplo, mientras que un individuo puede querer datos detallados sobre la huella de carbono detrás de un cartón de leche, otro puede valorar la información sobre su contenido nutricional o el enfoque del productor sobre el bienestar animal.
Para 2030, estas medidas también ayudarán a combatir el fraude alimentario y a reducir la cantidad de burocracia regulatoria a medida que iniciativas como los contratos inteligentes se consoliden en múltiples industrias. En el caso del sector alimentario, los contratos inteligentes con certificaciones de seguridad alimentaria pueden vincularse y distribuirse de forma segura entre los agentes de la cadena de suministro. Estos esquemas estarán vinculados a la mejora del cumplimiento legal, a la reducción de los productos devueltos o desechados y a la mejora de la reputación de la marca.
Esta amplitud de datos autentificados podría tener más consecuencias para los modelos de precios de la industria alimentaria. A medida que los artículos perecederos pasan por la cadena de suministro, por ejemplo, sus condiciones ambientales podrían ser supervisadas y registradas automáticamente mediante sensores habilitados por el IoT. Junto con los análisis avanzados y las imágenes espectrométricas e hiperespectrales en el infrarrojo cercano, los productos consumibles con el mayor contenido nutricional y/o la mayor vida útil podrían tener un precio superior.
Como resultado, las fechas de caducidad y las ofertas promocionales podrían ser sustituidas por productos con precios dinámicos, ya sea artículo por artículo o por lotes. Como resultado, las marcas en 2030 competirán en base a la singularidad de sus productos y procesos, donde esperamos que la calidad sustituya a la cantidad como diferenciador clave del mercado.