Ida B. Wells

Ida B. Wells mantenía públicamente unas fuertes convicciones políticas acerca de los derechos de la mujer y en contra de la segregación racial que enfadaban a muchos.

Se convirtió en una figura pública en Memphis al liderar en 1884 una campaña en contra de la segregación en el ferrocarril local, cuando un conductor de la Chesapeake, Ohio & South Western Railroad Company (Compañía de ferrocarriles) le obligó a cederle un sitio a un hombre blanco mandándola al vagón de los y las negras, que estaba a rebosar de otros pasajeros. Así fue como Wells se negó a ceder su sitio 71 años antes de que Rosa Parks lo hiciera.

La Civil Rights Act of 1875 (Ley de derechos civiles de 1875), que prohibía la discriminación por raza, credo o color en teatros, hoteles, transportes u otros lugares públicos fue declarada inconstitucional en los Civil Rights Cases (Casos de Derechos Civiles) de 1883 y muchas de las compañías de ferrocarriles podían continuar con la segregación racial de sus pasajeros. Sin embargo, cuando Ida B. Well regresó a Memphis, inmediatamente contrató a un abogado para demandar a la compañía de ferrocarril, ganó el caso en el tribunal local, pero la compañía apeló en la Corte Suprema de Tennessee la cual dio la vuelta a la sentencia. Fue aquí cuando Well empezó a escribir bajo el pseudónimo de Iola.

Por otra parte, durante las manifestaciones por el derecho al voto de la mujer, Well se opuso a la segregación negándose a ponerse detrás de la marcha por ser de negra, un gesto que le hizo ganar reconocimiento. En 1889 empezó a trabajar de redactora al tiempo que se convirtió en copropietaria del periódico Free Speech (Libertad de expresión) en contra de la segregación que se publicaba en Memphis. En 1892 se vio obligada a abandonar la ciudad y se trasladó a Chicago a causa de la publicación de un artículo escrito en el que denunciaba el linchamiento de tres amigos propietarios de una tienda de ultramarinos acusados de quitar clientes a sus competidores blancos. Muchas personas afroamericanas decidieron irse de la ciudad mientras otras organizaron boicots a los negocios segregacionistas.

Ese mismo año, 1892, publicó un famoso panfleto titulado: Southern Horrors: Lynch Law in All Its Phases (Los horrores del sur: La ley de linchamiento en todas sus fases), que junto a otro titulado A Red Record (Un logro rojo), fueron el inicio de su documentada investigación y campaña contra los linchamientos. Habiendo contrastado diferentes casos de linchamiento de hombres negros acusados de violar a mujeres blancas, concluyó que en el sur de Estados Unidos se utilizaba la excusa de supuestas violaciones para provocar esta forma de ejecución sin mediación del sistema judicial. Argumentaba que detrás estaba la reacción de personas blancas que se sentían amenazadas por el progreso económico de las personas negras, y en su percepción de superioridad blanca respecto a la inferioridad innata del hombre negro.

Wells y más líderes negros organizaron en 1893 un boicot a la Exposición Mundial Colombina de Chicago con un panfleto repartido durante la misma cuyo título era Why the Colored American Is Not in the World’s Columbian Exposition (Por qué los americanos de color no están en la Exposición Universal de Chicago) y que detallaban en inglés y otros idiomas el linchamiento a los negros que se estaban produciendo en el sur del país. Wells comentó al abolicionista, activista por los derechos civiles e ideólogo blanco, Albion Tourgée, que habían repartido en la feria 2.000 copias del panfleto.

Ese mismo año,1893, Wells volvió a ponerse en contacto con Torgée para pedirle ayuda legal gratuita respecto a un pleito difamatorio contra dos abogados negros de Memphis. Torgée no pudo asumir el trabajo, pero lo derivó a su amigo, también abogado y defensor de los derechos civiles, además de periodista, Ferdinand Lee Barnett, que aceptó el caso. Dos años después Wells y Barnett contrajeron matrimonio, fue una de las primeras mujeres estadounidenses en conservar su propio apellido junto con el de su marido, algo inusual en la época.

En 1892, auspiciada por la activista británica en contra de la discriminación racial, Catherine Impey, Wells fue a Gran Bretaña. Impey era una opositora del imperialismo y defensora de la igualdad, que quería dar a conocer a la opinión pública de su país el linchamiento de que estaban siendo víctimas los hombres negros. Ambas fundaron la Sociedad para el Reconocimiento de la Hermandad Universal del Ser Humano.La exposición de la situación por parte de Wells estuvo acompañada de una foto de niños blancos pasando por debajo del cadáver de un hombre negro colgado, sin embargo, el público reaccionó con escepticismo y le pagaron tan poco que apenas pudo pagar los gastos del viaje.

En 1928, después de jubilarse, Wells escribió su autobiografía titulada Crusade for Justice (Cruzada por la justicia). Falleció el 25 de marzo de 1931 a causa de una uremia a la edad de 68 años.

En 2020, casi noventa años después de su fallecimiento, le fue otorgó una mención especial póstuma de los Premios Pulitzer «por su excelente y valerosa investigación de la horrible y despiadada violencia contra los afroamericanos durante la era de los linchamientos». reconociéndose su labor pionera en el periodismo de investigación y su lucha por los derechos civiles.

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