La hipofisectomía transesfenoidal es una cirugía técnicamente difícil de realizar, por la que se extirpa un tumor que afecta a la hipófisis desde la base del cerebro a través del paladar blando en la boca. Este procedimiento se realiza con mayor frecuencia en el RVC en pacientes con tumores productores de hormonas. El equipo del RVC fue el primero en el Reino Unido en tratar a los gatos con acromegalia (hipersomatotropismo) y ahora también realiza de forma rutinaria la hipofisectomía en perros (y en algún gato) con síndrome de Cushing dependiente de la hipófisis (hiperadrenocorticismo).
Hipofisectomía para la acromegalia en gatos
Consideramos que la hipofisectomía quirúrgica es la opción de tratamiento óptima para la acromegalia. Se asocia con una tasa del 70% de gatos que logran una remisión diabética completa después de la operación, con mejoras significativas en la capacidad de respuesta a la insulina observada en los gatos restantes. La hipofisectomía también implica sólo un procedimiento de anestesia general, por lo que es preferible a la radioterapia. Las opciones de tratamiento alternativas son limitadas, ya que el tratamiento médico es actualmente prohibitivo y el manejo médico de la diabetes mellitus por sí solo suele ser extremadamente difícil y poco gratificante. Los gatos suelen permanecer en el hospital entre 7 y 10 días después de la operación mientras estabilizamos su diabetes mellitus.
La hipofisectomía para el síndrome de Cushing dependiente de la hipófisis en perros
La hipofisectomía es una excelente opción de tratamiento para el síndrome de Cushing dependiente de la hipófisis. Los perros se recuperan muy rápidamente en el postoperatorio y a menudo son dados de alta del hospital después de 4-5 días. La resolución de los signos clínicos de Cushing es muy rápida (ver nuestras fotos de Poppy más abajo) y los perros demuestran una excelente calidad de vida después de la operación. Existen otras opciones para el tratamiento del síndrome de Cushing dependiente de la hipófisis, como el tratamiento con trilostano de por vida y la radioterapia, que da lugar a una reducción del tamaño del tumor y de los signos neurológicos asociados; sin embargo, la mejora hormonal sigue siendo muy variable.
Al ofrecer la hipofisectomía quirúrgica como opción de tratamiento, el equipo del RVC ha curado desde entonces con éxito a muchos gatos acromegálicos diabéticos y perros cushingoides.