La palabra hierofanía aparece con frecuencia en las obras del historiador de la religión Mircea Eliade, que prefería el término a la palabra más restrictiva teofanía, aparición de un dios.
Eliade sostiene que la religión se basa en una clara distinción entre lo sagrado (Dios, los dioses, los antepasados míticos, etc.) y lo profano. Según Eliade, para el hombre tradicional, los mitos describen «irrupciones de lo sagrado (o lo ‘sobrenatural’) en el Mundo», es decir, hierofanías.
En las hierofanías registradas en el mito, lo sagrado aparece en forma de modelos ideales (las acciones y los mandamientos de dioses, héroes, etc.). Al manifestarse como modelo ideal, lo sagrado da al mundo valor, dirección y finalidad: «La manifestación de lo sagrado, funda ontológicamente el mundo». Según este punto de vista, todas las cosas necesitan imitar o ajustarse a los modelos sagrados establecidos por las hierofanías, para tener verdadera realidad: las cosas «adquieren su realidad, su identidad, sólo en la medida de su participación en una realidad trascendente»
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