Hidronefrosis de un vistazo
- La hidronefrosis se describe cuando uno o ambos riñones se inflaman por la acumulación de orina.
- La hidronefrosis es bastante común y afecta a 1 de cada 100 personas.
- Por lo general, no es grave, aunque puede tener efectos muy serios en algunas personas.
- Varias afecciones del tracto urinario pueden causar hidronefrosis y los médicos tratan la afección subyacente que causa la hidronefrosis.
¿Qué es la hidronefrosis?
La hidronefrosis es la condición de un riñón que se hincha, causada cuando la orina no puede drenar del riñón a la vejiga, como debería normalmente.
La hidronefrosis puede ocurrir en un riñón (hidronefrosis unilateral) o en ambos riñones. No es infrecuente, ya que se produce en 1 de cada 100 adultos en algún momento de su vida. También se produce con bastante frecuencia en los bebés, ya sea antes del nacimiento (hidronefrosis prenatal) o después (postnatal).
Causas de la hidronefrosis
La hidronefrosis se produce cuando hay una obstrucción o bloqueo en el sistema urinario. La obstrucción puede producirse en el riñón (que filtra la sangre y convierte los residuos en orina), en la vejiga (el órgano que almacena la orina) o en el uréter (el conducto que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga). También puede producirse cuando algo hace que la orina retroceda desde la vejiga hasta el riñón.
La hidronefrosis no es una enfermedad en sí misma. Más bien, suele ser un síntoma de una enfermedad u otro factor subyacente que causa la hidronefrosis. La hidronefrosis puede ser el resultado de cualquiera de las siguientes condiciones:
- Obstrucción presente al nacer
- Coágulo de sangre
- Próstata agrandada (por hipertrofia prostática benigna (HPB) o cáncer de próstata)
- Cálculo renal
- Embarazo
- Tejido cicatrizado por una cirugía o lesión en el pasado
- Tumor, benigno o canceroso, en la región pélvica
- Prolapsos de órganos pélvicos
- Uropatía obstructiva unilateral, ya sea aguda (un inicio repentino) o crónica (recurrente a lo largo del tiempo)
- Infección del tracto urinario (ITU)
- Reflujo vesicoureteral (orina que fluye hacia atrás desde la vejiga hasta el riñón).
Síntomas de la hidronefrosis
Los síntomas de la hidronefrosis varían en gravedad dependiendo del tiempo que la persona haya tenido la enfermedad. A medida que aumenta la acumulación de líquido, es probable que los síntomas sean más graves.
Al principio, las personas pueden notar que orinan con más frecuencia. Algunas personas también sienten un aumento de las ganas de orinar.
El síntoma principal de la hidronefrosis es el dolor en el costado y la espalda (llamado dolor de costado), así como el dolor inguinal y/o abdominal.
Otros síntomas pueden incluir:
- Infección urinaria
- Aumento de las ganas de orinar o aumento de la frecuencia de la micción
- Dolor durante la micción
- Incompleta micción
- Incontinencia
- Fiebre o vómitos
- Masa abdominal (un bulto y/o pesadez en el abdomen)
- Fiebre.
Diagnóstico de la hidronefrosis
Para diagnosticar la hidronefrosis, el médico pregunta por los síntomas y el historial médico de la persona. El médico puede sentir (palpar) la espalda, el costado y el abdomen del paciente y puede ser capaz de sentir que el riñón está hinchado.
A menudo la hidronefrosis se diagnostica con una prueba de ultrasonido. Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear una imagen de los órganos internos, como el riñón. La ecografía puede indicar al médico si el riñón tiene una forma inusual, si hay obstrucciones visibles y si hay líquido inusual.
Si se requiere información adicional, el médico puede solicitar pruebas como:
- Radiografía
- Tomografía computarizada (TC) del abdomen y los riñones
- Resonancia magnética (RM) del abdomen
- Cistoscopia (una cámara iluminada en un pequeño tubo, que permite al médico ver el interior de la vejiga y la uretra)
- Análisis de orina y/o análisis de sangre para comprobar la función renal
- Pruebas para detectar sangre en la orina, lo que puede indicar un cálculo renal u otro problema
- Renografía con isótopos (gammagrafía renal).
Tratamiento de la hidronefrosis
El tratamiento de la hidronefrosis dependerá de la causa de la inflamación del riñón. Algunos casos se resuelven de forma bastante sencilla. Por ejemplo, una ITU puede tratarse con antibióticos. Si un cálculo renal u otro cálculo urinario está causando una obstrucción, el cálculo renal puede pasar por sí mismo, o puede requerir otro tipo de extracción para eliminar la obstrucción.
Otras condiciones pueden ser más complejas y pueden requerir tratamiento adicional. Estos tratamientos pueden incluir:
- Drenaje por catéter del exceso de orina: Este procedimiento drena la vejiga y también puede dar a los médicos una idea de si hay una obstrucción en la vejiga.
- Inserción de un stent ureteral: El médico puede insertar un tubo que ensancha el uréter para que la orina pueda drenar hacia la vejiga.
- Colocación de un tubo de nefrostomía: Esto permite que la orina drene a través de la espalda, en una bolsa de drenaje.
- Tratamiento con antibióticos: Puede utilizarse para controlar la infección y puede ser un tratamiento a largo plazo para controlar las infecciones repetidas del tracto urinario.
- Tratamiento quirúrgico: Algunas obstrucciones, como un coágulo de sangre, un tejido cicatricial o un tumor, deben eliminarse con cirugía. En algunos casos, el cirujano puede extirpar la parte dañada del uréter y luego reconectar la parte sana. Este procedimiento puede corregir el flujo de orina para que el sistema urinario funcione con normalidad.
Cualquier persona con signos de posible hidronefrosis debe acudir al médico. Las ITU u otras infecciones no tratadas pueden causar afecciones más graves, como una infección renal (pielonefritis) o una infección sistémica como la sepsis (envenenamiento de la sangre).
Es especialmente importante buscar tratamiento rápidamente si la persona tiene un solo riñón o trastornos del sistema inmunitario como el VIH o la diabetes. Estas personas corren el riesgo de necesitar diálisis o un trasplante de riñón si la hidronefrosis daña permanentemente el riñón restante.