Cómo entender la hidrocefalia en adultos
Su cerebro contiene miles de millones de células y es el centro de control de su mente y su cuerpo. Está protegido por el cráneo, las membranas acolchadas y un líquido esencial llamado líquido cefalorraquídeo o LCR.
Todos necesitamos el LCR. Transporta importantes nutrientes y sustancias químicas de la sangre al cerebro, elimina los productos de desecho del cerebro y protege este órgano complejo y esencial.
El LCR se produce continuamente en el interior de cuatro ventrículos, o cámaras, del cerebro. Normalmente, el LCR fluye libremente de un ventrículo al siguiente antes de salir del cerebro. Sin embargo, cuando el flujo de LCR hacia el exterior del cerebro se interrumpe o bloquea, se acumula demasiado LCR. Esto hace que los ventrículos se hinchen, lo que ejerce presión sobre el cerebro y puede causar daños graves. La acumulación excesiva de LCR se denomina hidrocefalia.
Debido a que afecta al cerebro, la hidrocefalia puede causar una amplia gama de síntomas que van desde la dificultad para respirar, la mala coordinación muscular y los problemas de movilidad hasta los problemas de visión, la fatiga, los dolores de cabeza, las convulsiones, la incontinencia y los desequilibrios hormonales. Los problemas de aprendizaje, habilidades sociales, memoria y resolución de problemas son algunas de las complicaciones más comunes de la hidrocefalia. Las personas que padecen esta enfermedad pueden necesitar modificaciones en la forma de enseñar, especialmente cuando se trata de aprender cosas nuevas en la escuela o el trabajo.
Descargar Entender la hidrocefalia
La hidrocefalia es una enfermedad muy grave que, en la mayoría de los casos, requiere atención médica. Retrasar el tratamiento puede causar lesiones duraderas en el cerebro, por lo que es fundamental obtener un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado lo antes posible.
¿Quién corre el riesgo de desarrollar hidrocefalia?
La hidrocefalia puede afectar a cualquier persona en cualquier momento. Es una enfermedad crónica, lo que significa que no tiene cura y, en la mayoría de los casos, la persona afectada tendrá que vivir con la enfermedad de por vida.
La forma en que la hidrocefalia afecta a las personas difiere de una a otra. Los desafíos resultantes dependen de:
- qué causó la hidrocefalia
- cuánto tiempo ha estado presente la afección
- si hay algún daño cerebral, y cuán extenso es el daño
- si hay alguna otra complicación asociada, y
- qué tratamiento se proporcionó
Cuando la afección está presente en un bebé recién nacido, se llama hidrocefalia congénita. Puede estar causada por condiciones o influencias genéticas que afectan al desarrollo en el útero o por obstrucciones, quistes o espina bífida.
La hidrocefalia que se desarrolla después del nacimiento se denomina hidrocefalia adquirida. Los bebés que nacen prematuramente, los que sufren un traumatismo craneal, un accidente cerebrovascular, un tumor cerebral o una meningitis pueden tener un mayor riesgo de desarrollar la afección.
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Reconocimiento de los signos de hidrocefalia en adultos
Es importante que todos aprendamos a estar atentos a los síntomas de la hidrocefalia en personas de cualquier edad y que busquemos atención médica cuando pensemos que alguien puede tener la afección. Una persona con hidrocefalia puede desarrollar algunos o todos los síntomas que se enumeran a continuación.
Los síntomas de hidrocefalia en adultos pueden incluir:
- dolores de cabeza crónicos que no se alivian con analgésicos
- alteraciones visuales
- desmayos
- vómitos
- incontinencia
- alteraciones de la marcha: torpeza, dificultad para caminar por superficies irregulares y escaleras
- problemas cognitivos: volverse dependiente de las listas, disminución del rendimiento académico o laboral
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La HPN (Hidrocefalia de Presión Normal)
La HPN es una forma de hidrocefalia que generalmente afecta a los adultos mayores. Al igual que ocurre con otras formas de hidrocefalia en las que se acumula demasiado LCR en el cerebro, se producen graves daños y nuestra capacidad para movernos, pensar y funcionar con normalidad puede verse considerablemente afectada. La HPN se produce a veces con un aumento escaso o nulo de la presión intercraneal.
La HPN es considerada por algunos como una forma de demencia potencialmente reversible. Los afectados suelen padecer una tríada de síntomas debilitantes que incluyen problemas de:
- Movilidad, en concreto, dificultad para caminar
- Memoria, y
- Continencia urinaria
El mayor reto a la hora de recibir atención para la HPN es la falta de conocimiento. Conseguir un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado puede ser difícil porque el público y la mayoría de los médicos de familia desconocen la enfermedad.
Desgraciadamente, demasiadas personas con NPH no están siendo diagnosticadas o son diagnosticadas erróneamente con enfermedades asociadas al envejecimiento, como el Alzheimer, la demencia o el Parkinson. Un diagnóstico tardío puede ser devastador y causar daños cerebrales irreversibles.
La HPN afecta a más de 1 de cada 200 adultos mayores de 55 años, y la mayoría de ellos no están diagnosticados. Esto significa que miles de personas, que tienen mucho por vivir, pueden estar perdiendo innecesariamente su independencia, el tiempo con sus seres queridos e ingresando en centros de atención a largo plazo de forma prematura. Si sospecha que alguien que conoce puede tener NPH, asegúrese de preguntar específicamente sobre ello e insista en que se realicen las pruebas de diagnóstico adecuadas.
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Diagnóstico y tratamiento
La hidrocefalia se diagnostica mediante técnicas de imagen como la ecografía, el TAC, la resonancia magnética o las técnicas de monitorización de la presión para entender lo que ocurre con su cerebro. Las pruebas que se realizarán pueden depender de la edad de la persona, de los síntomas que haya experimentado y de las anomalías conocidas o sospechadas del cerebro o la médula espinal.
Aunque actualmente no hay cura para la hidrocefalia, existen opciones de tratamiento. Hay factores importantes que deben tenerse en cuenta antes de elegir el tratamiento más adecuado para usted. Usted y su médico deben hablar abiertamente sobre su historial de salud y los factores personales que pueden afectar a su plan de cuidados. Es importante que entienda los beneficios y los riesgos asociados a cada opción de tratamiento.
Espere y observe
En algunos casos, el tratamiento puede no ser necesario o puede retrasarse. Estas personas son vigiladas cuidadosamente durante toda su vida para detectar cualquier cambio que pueda indicar efectos perjudiciales de la hidrocefalia que requieran atención médica. Es posible que el tratamiento sea necesario con el paso del tiempo.
Implante de derivación
Para la mayoría de las personas, la hidrocefalia se trata implantando quirúrgicamente un sistema de derivación en el cerebro para gestionar el flujo de LCR. Estos sistemas incluyen:
- un catéter (un tubo flexible de plástico resistente) que desvía el exceso de LCR fuera del cerebro. Un extremo se coloca dentro de un ventrículo y el otro termina en otra zona del cuerpo donde el LCR puede drenar y ser absorbido, como el vientre, el corazón o los pulmones, y
- una válvula unidireccional que controla la velocidad de drenaje del LCR.
Aunque las derivaciones pueden salvar vidas, también pueden ser problemáticas. Suelen estar sujetas a fallos mecánicos, infecciones y bloqueos, y los catéteres a veces deben ajustarse o sustituirse. Algunas personas pueden tener que someterse a muchas cirugías cerebrales para gestionar los problemas de las derivaciones.
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ETV (Tercera Ventriculostomía Endoscópica)
Para algunos niños, una alternativa a la inserción de una derivación es otro procedimiento quirúrgico llamado Tercera Ventriculostomía Endoscópica (ETV). Durante este procedimiento, un endoscopio (un dispositivo que los cirujanos utilizan para ver el interior del cuerpo) crea un pequeño agujero en el suelo del tercer ventrículo del cerebro. Así se crea una vía alternativa para que el LCR fluya fuera del ventrículo obstruido y llegue a las demás cavidades del cerebro y luego a otras partes del cuerpo, de modo que no se produzca una acumulación en el cerebro.
Las personas a las que se les practica la ETV son controladas cuidadosamente durante toda su vida y deben ser vigiladas con diligencia. Si los síntomas de la hidrocefalia reaparecen, debe buscarse atención médica.
Es muy importante que la gente entienda que la ETV puede no ser una cura permanente para la hidrocefalia y puede no recomendarse porque las posibilidades de éxito podrían ser bajas.
¿Es la ETV el tratamiento preferido para la hidrocefalia? El Dr. Abhaya Kulkarni ofrece una visión general del procedimiento, quién tiene más probabilidades de beneficiarse de él y los riesgos y beneficios asociados al mismo.