Abstract

También se producen gases al pasar por el tracto gastrointestinal, lo que puede dar lugar a síntomas abdominales aunque el gas se elimina continuamente por eructación, evacuación anal, absorción a través de la mucosa intestinal y consumo bacteriano. Parece que se pueden tragar y eructar entre 2 y 8 litros de aire al día. Aproximadamente 5-10 litros de CO2 parecen ser producidos y liberados en el lumen por reacciones químicas en el intestino superior. La pCO2 aumenta drásticamente en el duodeno, lo que da lugar a la difusión de CO2 del lumen a la sangre, mientras que el CO2 del aire tragado se difunde desde la sangre al estómago. La pN2 del aire deglutido es ligeramente superior a la de la sangre venosa en el estómago, lo que posiblemente da lugar a una absorción muy lenta. Dado que el pH2 y la pCH4 son siempre mayores en el lumen que en la sangre, los gases se difunden constantemente desde el lumen a la sangre. La cantidad calculada de H2 producida en el colon es de 2,7-27 litros por día porque el gas H2 se produce a un ritmo de 4 litros por cada 12,5 g de carbohidrato no digerido. Dado que la producción de CH4 se produce principalmente en el colon izquierdo, mientras que el H2 se produce principalmente en el colon derecho, el H2 producido en el colon izquierdo puede convertirse rápidamente en CH4, lo que puede dar lugar a una reducción del flato. Una mayor cantidad de gases pasa por el tracto digestivo al día que los contenidos líquidos y sólidos, lo que sugiere que la alteración del movimiento de los gases podría estar más relacionada con los síntomas abdominales en comparación con el movimiento de los líquidos.