G03(P) Craniotabes: ¿Es hora de poner en práctica un viejo signo físico? | Archives of Disease in Childhood

Resultados El craneotabes fue descrito por primera vez por Elsässeur de Neuenstadt en 1843. Las primeras series de casos del siglo XIX registraron una alta tasa de sífilis congénita en bebés con craneotabes. De este hallazgo no se derivó ninguna implicación pronóstica específica en cuanto al resultado de los bebés. Sin embargo, una parte de los casos parecía recuperarse siempre sin causa subyacente. Por lo tanto, sugerimos que en esta época, los craneotabes pueden haber sido una prueba sensible, pero no específica, para la sífilis. Series más recientes de un mayor número de bebés muestran tasas de hasta el 30% en los nacimientos normales. Algunos autores han descrito una estrecha correlación entre el signo físico y las pruebas bioquímicas de la deficiencia materna de vitamina D. Se ha informado de que el tratamiento con vitamina D da lugar a una rápida resolución de los huesos blandos del cráneo. Sugerimos que, a pesar de no ser una prueba sensible para el raquitismo, las craneotomografías pueden ser ahora más específicas para la condición debido a la extremadamente baja prevalencia de la sífilis congénita. Las diversas series de casos examinadas no permitieron realizar comparaciones con datos sobre el perímetro cefálico o el tamaño de la fontanela anterior. Ninguna serie de casos tiene información sobre los resultados del neruodesarrollo o el crecimiento de la cabeza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.