froglets

Croaking science es una nueva forma de que estudiantes voluntarios y científicos exploren lo que ocurre en el mundo de la Ciencia. Croaking Science examina hechos científicos, nuevas investigaciones o viejos debates que se inspiran en anfibios y reptiles o los afectan, y luego los comunica en un lenguaje sencillo a un público más amplio. El objetivo de este artículo es ofrecer una plataforma a quienes se inician en el mundo de la comunicación científica, así como a los científicos consolidados. Agradecemos las aportaciones de estudiantes y científicos. Tenga en cuenta que las opiniones expresadas en los artículos no son las de Froglife Trust.

La reportera de Croaking Sceince, Rhiannon Laubach, examina la historia de la quitridiomicosis y su impacto en las salamandras de fuego en Europa

– Vea más en: http://www.froglife.org/2014/05/14/lethal-chytridiomycosis-salamandars/#sthash.ugsmA3E1.dpuf

Croaking science es una nueva forma de que estudiantes voluntarios y científicos exploren lo que ocurre en el mundo de la Ciencia. Croaking Science examina hechos científicos, nuevas investigaciones o viejos debates que se inspiran en anfibios y reptiles o los afectan, y luego los comunica en un lenguaje sencillo a un público más amplio. El objetivo de este artículo es ofrecer una plataforma a quienes se inician en el mundo de la comunicación científica, así como a los científicos consolidados. Agradecemos las aportaciones de estudiantes y científicos. Tenga en cuenta que las opiniones expresadas en los artículos no son las de Froglife Trust.

La reportera de Croaking Sceince, Rhiannon Laubach, examina la historia de la quitridiomicosis y su impacto en las salamandras de fuego en Europa

– Vea más en: http://www.froglife.org/2014/05/14/lethal-chytridiomycosis-salamandars/#sthash.ugsmA3E1.dpuf

Croaking science es un blog para que estudiantes voluntarios y científicos exploren lo que ocurre en el mundo de la Ciencia. Croaking Science examina hechos científicos, nuevas investigaciones o viejos debates que se inspiran en los anfibios y reptiles o los afectan, y luego los comunica en un lenguaje sencillo a un público más amplio. El objetivo de este artículo es ofrecer una plataforma a quienes se inician en el mundo de la comunicación científica, así como a los científicos consolidados. Agradecemos las aportaciones de estudiantes y científicos. Por favor, tenga en cuenta que las opiniones expresadas en los artículos no son las del Froglife Trust.

La reportera de Ciencia de la Croqueta, Rhiannon Laubach, examina la flexibilidad de los eventos de la historia de la vida y su significado para las ranas comunes

No todos los miembros de la misma especie experimentan metamorfosis al mismo ritmo. La metamorfosis puede describirse como un evento de la historia de la vida, la transformación de la larva (renacuajo) al adulto juvenil (ranita). El tamaño de un animal, o la fase de desarrollo en la que se encuentre, puede afectar a las posibilidades de que un individuo sobreviva al invierno, en climas templados.

La mayoría de los renacuajos se metamorfosean en ranitas en el mismo año. Sin embargo, algunos renacuajos de rana común pueden pasar el invierno en esta fase larvaria y luego transformarse en ranas la primavera siguiente. Este fenómeno se ha registrado con mayor frecuencia en los últimos años, siendo recogido tanto por los medios de comunicación como por la literatura científica. No se ha investigado mucho sobre las causas de este fenómeno y no se sabe en qué momento de su desarrollo un individuo determinará si pasará el invierno como renacuajo o no.

Un informe reciente estudió el crecimiento y desarrollo de una población de renacuajos de rana común (Rana temporaria) a lo largo de un año para ver si el ritmo de desarrollo de los renacuajos influye en la forma en que pasan el invierno. Se realizaron estudios de laboratorio para complementar el trabajo de campo.

Los métodos del estudio fueron los siguientes: entre mayo y enero del año siguiente, se controló el desarrollo de los renacuajos en el sitio de campo, recogiendo al azar renacuajos y llevándolos al laboratorio para medirlos y anotar su estado de desarrollo. Si un individuo no había iniciado la metamorfosis en noviembre, se consideraba que había pasado el invierno como larva. La temperatura del agua se registró continuamente durante todo el estudio. Estos datos se utilizaron para calcular la temperatura media quincenal. Para el estudio de laboratorio, los tanques se mantuvieron a temperaturas medias quincenales y tuvieron un escenario de alta o baja disponibilidad de alimento. También se registró el desarrollo y el estado de los renacuajos.

El estudio confirmó que los renacuajos pasan el invierno en el lugar de estudio. En el lugar, poco después de la eclosión las larvas comenzaron a formar dos grupos de desarrollo distintos. Un grupo consistía en oleadas de individuos que crecían y luego se metamorfoseaban. El segundo grupo, más pequeño, continuó creciendo pero no se metamorfoseó y esta decisión de invernar como renacuajos se llevó a cabo muy temprano en su desarrollo.

No está claro qué causa esto, podría ser genético o «señales ambientales locales que desencadenan una vía de desarrollo particular en un subconjunto genético de la población» (Walsh& al 2008). Los renacuajos que pasan el invierno tienen una ventaja, ya que no tienen que invertir tanta energía en el desarrollo y pueden utilizar más energía para el crecimiento. Los renacuajos más grandes se metamorfosean en ranas más grandes. Las ranas más grandes tienen una ventaja. En el laboratorio no hubo hibernación. Los tanques se mantuvieron a una temperatura media quincenal, que no refleja las fluctuaciones de temperatura en el lugar de estudio. La disponibilidad de alimento no ha demostrado tener un efecto sobre la hibernación.

Este estudio muestra que la posibilidad de que un renacuajo hiberne está determinada muy temprano en su desarrollo. La hibernación de las larvas podría ser la respuesta de los renacuajos a las condiciones ambientales locales, pero la temperatura no parece ser la principal variable para determinar esto (Walsh& al 2008).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.