3.3.1 Focus Groups y Mega Focus Groups
FG y MFG son técnicas y herramientas para desarrollar un proceso de participación pública. Son una herramienta cualitativa utilizada en la investigación para reproducir la discusión social a pequeña escala utilizando un grupo preseleccionado de participantes adecuados en función de los objetivos del estudio. Los grupos focales son una herramienta de investigación que ha seguido creciendo en popularidad en los últimos años y que se utiliza en muchos campos y a muchos niveles. La definición más reciente de un grupo focal fue proporcionada por Carey y Asbury (2016), quienes afirman que la investigación basada en grupos focales se ha entendido tradicionalmente como «una forma de recopilar datos buenos y detallados, que implica esencialmente involucrar a un pequeño número de personas en discusiones grupales informales, «centradas» en un tema específico o una serie de temas guiados por un moderador y posiblemente un co-moderador, siguiendo pautas establecidas o similares». Existen muchas otras definiciones, como la de (Ward & Atkins, 2002), «Un grupo focal es un método de investigación diseñado para explorar un tema concreto reuniendo las experiencias y percepciones de una población objetiva elegida».
Esta técnica fue desarrollada durante los años 30 por científicos sociales en respuesta a su insatisfacción con el método tradicional de realizar entrevistas en profundidad en las que el sujeto se limitaba a responder a las preguntas que se le hacían. Algunos científicos sociales exploraron la idea de reunir a varias personas al mismo tiempo y vieron que este método permitía a los participantes desempeñar un papel mucho más activo porque estaban involucrados en un debate abierto sobre un tema concreto (Klein, Tellefsen, & Herskovitz, 2007). Este tipo de FG se utilizó inicialmente para comprobar el efecto de la difusión entre los consumidores y, posteriormente, para examinar cuestiones de moralidad durante la Segunda Guerra Mundial. Cabe destacar que los investigadores llevan utilizando los grupos focales desde que Morgan (1996), en la década de 1920, los utilizaba para ayudar a los investigadores a identificar las preguntas de las encuestas. En general, se acepta que un grupo focal debe estar formado por 8-12 miembros (Churchill & Iacobucci, 2006; Fern, 2001), aunque no existe una regla fija sobre el tamaño del grupo. De hecho, Krueger y Casey (2014) sugirieron que la idea de utilizar grupos focales muy pequeños que llamaron «mini grupos focales» se compone de cuatro miembros (Krueger & Casey, 2014), tres miembros (Morgan, 1996), o incluso hasta sólo dos miembros (Fern, 2001). El uso de estos grupos pequeños se justifica por situaciones en las que los participantes tienen conocimientos especializados y/o experiencia para discutir sobre un tema. Uno de los problemas identificados con el uso de minigrupos focales es que quizá no todos los miembros del grupo sean capaces de expresar sus opiniones debido al dominio del grupo por parte de uno de los participantes (Churchill & Iacobucci, 2006). Otro aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de decidir el número de participantes en un grupo focal es que algunos de los miembros pueden no estar disponibles el día y la hora en que se celebra el grupo. Morgan (1996) sugirió que los organizadores deben reclutar al menos un 20% más del número requerido de participantes, mientras que Wilkinson (2004) sugiere reclutar más del 50%.
La creación de grupos focales también es beneficiosa para los participantes porque el proceso de reflexión grupal sobre un tema determinado se produce de forma sinérgica. A medida que los miembros interactúan, sus ideas se alimentan mutuamente, creando la posibilidad de que se desarrollen nuevos pensamientos que posiblemente no se les hayan ocurrido de forma independiente (Ulwick, 2002). Esto podría hacernos suponer que el GC proporciona una «ventana de observación» sobre cómo la interacción puede afectar a las actitudes de los usuarios y orientar su comportamiento hacia objetivos previamente establecidos. La utilidad de los grupos focales ha sido ampliamente demostrada para la evaluación de nuevas iniciativas y la elaboración de cuestionarios (Fern, 2001; Krueger & Casey, 2014; Newman, 2002; Patton, 1990).
Por otro lado, los MFG son más amplios que los FG estándar y se definen como, según (Ibeas et al., 2011), talleres formados por una muestra de entre 30 y 40 personas dirigidas por un moderador siguiendo unas pautas, para proporcionar una representación territorial de la opinión pública (por ejemplo, Asociaciones de Vecinos). Los MFG se utilizan para abordar temas genéricos de interés público dentro de una zona determinada (como los problemas con el transporte público) y sirven como mecanismo para elegir a los participantes de FG estándar más pequeños, que abordan temas más específicos (planes de bicicletas públicas). Estos grandes grupos focales actúan de la misma manera que los grupos estándar, con la única diferencia de que también se combinan con talleres en los que los miembros del MFG se reorganizan en subgrupos para encontrar soluciones a través de una serie de ejercicios establecidos. Los miembros que participan en el MFG pueden pertenecer a grupos sociales o asociaciones de la ciudad (asociaciones de vecinos, grupos de jóvenes, organizaciones comerciales…) en función de los objetivos particulares de cada grupo o de cada taller.
La ventaja del MFG es que la mayor interacción entre los participantes hace que se disponga de mucha más información que la que proporcionan los grupos más pequeños o los foros de Internet. Al igual que los grupos focales estándar, las sesiones se realizan de forma ordenada siguiendo las instrucciones de un moderador entrenado, que es justo lo contrario de lo que ocurre con un foro abierto ordinario.
Los talleres de apoyo al MFG se definen como un encuentro de subjetividades y un medio para distribuir el volumen de actividad, que ha crecido hasta alcanzar una dimensión de construcción participativa, donde los sujetos guiados por un propósito común y un deseo generalizado de cumplirlo en un corto periodo de tiempo se disponen a crear una situación de aprendizaje y creatividad orientada a cumplir sus objetivos (Rojas, 2004).