Este tiburón cíclope fue encontrado hace tres años en la costa de México

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Una tripulación de pescadores comerciales capturó un tiburón arenero a mediados de 2011 en la costa de Baja California Sur, México. Cuando abrieron el tiburón, descubrieron que su captura no sólo estaba embarazada, sino que tenía un feto bastante singular: El feto de tiburón era albino y sólo tenía un gran ojo centrado en la cara. Una vez que la foto se compartió en el blog de Pisces Fleet Sportfishing, se hizo rápidamente viral en Internet, y muchos sospecharon inicialmente que la foto no era real. Sin embargo, los científicos han confirmado que este espécimen ciclópeo es legítimo y que el tejido óptico era funcional, aunque es probable que el animal no hubiera sobrevivido en la naturaleza.

Aunque el tiburón recuerda un poco a Blinky, el pez de tres ojos de Los Simpson, es el resultado de que el prosencéfalo (cerebro anterior) no se separó en dos hemisferios durante el desarrollo embrionario. Como el cerebro no se separó, sólo se formó un lóbulo óptico, lo que dio lugar a un solo ojo. Esta condición suele provocar abortos, y los que sobreviven hasta el nacimiento suelen morir en un día. Como el tiburón habría necesitado defenderse desde el momento en que nació, no habría durado mucho tiempo.

«Esto es extremadamente raro, hasta donde yo sé se han registrado menos de 50 ejemplos de una anormalidad como ésta», declaró Felipe Galván-Magaña, del Instituto Mexicano de Ciencias, en el blog de Piscis Fleet. Aunque la expresión genética inhibida de las proteínas necesarias para formar el cerebro puede causar ciclocefalia, también hay factores ambientales que pueden inhibir la producción de proteínas. Sin embargo, Galván no cree que este último sea el caso de este tiburón. «El agua del Mar de Cortés es una de las más limpias del mundo, por lo que no es probable que esto sea un factor»

Mientras que el embrión de tiburón se ha puesto a disposición de los científicos que quieran estudiarlo, la Flota Piscis se queda con el embrión conservado. Galván-Magaña pasó a ser coautor publicó un artículo sobre este increíble tiburón en Marine Biodiversity Records en 2013.

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