Enfermedades hepáticas
El hígado es un órgano del tamaño de un balón de fútbol que se encuentra justo debajo de la caja torácica, en el lado derecho del abdomen. El hígado es esencial para digerir los alimentos y eliminar las sustancias tóxicas del organismo.
Las enfermedades hepáticas pueden ser hereditarias (genéticas) o estar causadas por diversos factores que dañan el hígado, como los virus y el consumo de alcohol. La obesidad también se asocia con el daño hepático. Con el tiempo, los daños en el hígado provocan cicatrices (cirrosis), que pueden conducir a una insuficiencia hepática, una afección potencialmente mortal.
Pruebas y diagnóstico
Descubrir la causa y el alcance del daño hepático es importante para orientar el tratamiento.
Es probable que su médico comience con una historia clínica y un examen físico completo. A continuación, su médico puede recomendar:
- Análisis de sangre. Para diagnosticar una enfermedad hepática puede utilizarse un grupo de análisis de sangre denominados pruebas de la función hepática. Se pueden realizar otros análisis de sangre para buscar problemas hepáticos específicos o condiciones genéticas.
- Pruebas de imagen. La tomografía computarizada, la resonancia magnética y la ecografía pueden mostrar daños en el hígado.
- Análisis de tejidos. La extracción de una muestra de tejido (biopsia) del hígado puede ayudar a diagnosticar la enfermedad hepática. La biopsia de hígado se realiza con mayor frecuencia utilizando una aguja larga que se introduce a través de la piel para extraer una muestra de tejido. Luego se analiza en un laboratorio.
Tratamientos y fármacos
El tratamiento de la enfermedad hepática depende de su diagnóstico. Algunos problemas hepáticos pueden tratarse con modificaciones del estilo de vida, como dejar de consumir alcohol o perder peso, normalmente como parte de un programa médico que incluye una cuidadosa vigilancia de la función hepática. Otros problemas hepáticos pueden tratarse con medicamentos o pueden requerir una intervención quirúrgica.
El tratamiento de las enfermedades hepáticas que causan insuficiencia hepática puede requerir en última instancia un trasplante de hígado.
Enfermedades hepatobiliares
Los hepatólogos se especializan en el estudio del hígado. El hepatólogo diagnosticará, tratará y atenderá a los pacientes que tengan trastornos en el hígado, la vesícula biliar o los conductos biliares. En el HIMG se utiliza un enfoque de equipo. Además del hepatólogo, este equipo puede incluir un asistente clínico de escritorio, una secretaria, una enfermera, un asistente médico o un becario. El equipo también puede incluir un radiólogo (un médico especializado en la obtención de imágenes del hígado), un oncólogo (un médico especializado en el tratamiento del cáncer de hígado), un patólogo (un médico especializado en la evaluación de las muestras de biopsia) o cirujanos hepatobiliares. Uno de los objetivos de HIMG es proporcionar al paciente una evaluación exhaustiva, pero oportuna y rentable, de su trastorno hepático.
Trastornos comunes atendidos por el Grupo de Interés Hepatobiliar
- Hepatitis crónica activa autoinmune
- Hepatitis viral
- Hepatitis alcohólica
- Enfermedad hepática alcohólica
- Trastornos metabólicos
- Cirrosis biliar primaria
- Colangitis esclerosante primaria
- Tumores hepáticos benignos y malignos
- Colangiocarcinoma (cáncer de vías biliares)
- Budd-Chiari
- Hepatotoxicidad inducida por fármacos
- Enfermedad de la vesícula biliar
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