Las estructuras reproductivas masculinas (a la izquierda, en sección) se denominan anteridióforos, que son estructuras ramificadas en forma de árbol que recubren los conceptáculos. Los anteridióforos tienen anteridios terminales inflados en sus ramas; éstos se someten a la meiosis y forman 64-128 gametos masculinos biflagelados (anterozoides).
Los oogonios, las estructuras reproductoras femeninas (abajo, en sección), están perforados en tallos cortos y después de la meiosis para formar 8 núcleos (una meiosis y una mitosis) el oogonio se escinde para formar 8 huevos grandes, no móviles. Los gametos suelen ser liberados en el agua con la subida de la marea. La exposición al aire provoca la desecación y los gametos son exprimidos en la superficie del receptáculo, y luego son arrastrados y mezclados por la marea entrante. El huevo de la hembra libera un hidrocarburo volátil, el fucoserrateno (un compuesto con 8 átomos de carbono), que atrae a los anterozoides masculinos; éstos se agrupan alrededor del huevo y lo hacen girar; uno de ellos penetra en la compleja serie de capas que rodean el huevo y se produce la cariogamia (fusión nuclear). La célula cigótica se asienta y germina para formar un nuevo talo diploide. En sentido estricto, el llamado talo gametofito de Fucus es un esporofito que sufre la meiosis justo antes de que se formen los gametos. Por este motivo, algunos libros de texto denominan a los gametangios masculinos «microesporangios» y a los femeninos «megasporangios». Las especies de Fucus se encuentran en el intermareal superior, medio e inferior de las aguas más frías del Atlántico norte y del Pacífico norte. El género está ausente en el hemisferio sur.
Ejemplos
- Fucus serratus
- Fucus spiralis
- Fucus vesiculosus
- Fucus guiryi
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