LOS HECHOS
La rama navideña del muérdago tiene una legendaria reputación de romanticismo, pero también se considera ampliamente tan letal como festiva. En esta época del año, los centros de control de intoxicaciones advierten de los peligros de la planta, y suelen enviar folletos de «seguridad navideña» que aconsejan, entre otras cosas, mantener el muérdago fuera del alcance de los niños y las mascotas, para que no tenga consecuencias fatales. La mayoría de los expertos afirman que todas las partes de la planta pueden ser tóxicas, aunque son las bayas las que resultan especialmente peligrosas.
En realidad, los estudios demuestran que el muérdago no es tan peligroso como lo pintan. De hecho, la planta contiene sustancias químicas nocivas, como las viscotoxinas, que pueden causar molestias gastrointestinales, un ritmo cardíaco lento y otras reacciones.
Pero en los estudios de cientos de casos de ingestión accidental a lo largo de los años, no hubo víctimas mortales y sólo un puñado de reacciones graves. Un estudio publicado en 1996 analizó 92 casos de ingestión de muérdago y descubrió que sólo una pequeña parte de los pacientes mostraba algún síntoma. Ocho de las 10 personas que consumieron cinco o más bayas no presentaron síntomas, y 3 de las 11 personas que sólo consumieron hojas tuvieron malestar estomacal.