Conclusiones
Después de un análisis profundo y minucioso de la inmigración indocumentada en Estados Unidos, se puede llegar a la conclusión de que este país necesita urgentemente una reforma migratoria integral. Como se indica en el Informe de la Casa Blanca sobre la inmigración, es evidente que tanto los trabajadores documentados como los indocumentados y los inmigrantes contribuyen a todos los ámbitos de la vida, especialmente en la mano de obra. (39) Además, las pruebas demuestran que a medida que aumenta el número de inmigrantes, la economía de Estados Unidos sigue prosperando como consecuencia de ello. Por eso es importante que haya medidas que proporcionen a los inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos un camino hacia la ciudadanía. Al mismo tiempo, Estados Unidos debe reforzar sus fronteras en un intento de mantener la ley, tal y como está escrita. Por último, los empleadores de trabajadores indocumentados deben ser tratados con dureza, ya que están violando descaradamente la ley al emplear a trabajadores indocumentados, y a menudo pagándoles por debajo del salario mínimo.
Uno de los retos fundamentales de la reforma integral de la inmigración, a medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2008, es que los principales candidatos de ambos partidos se han mostrado reacios a adoptar la reforma durante la campaña. En el lado republicano, los analistas políticos han dicho que el descenso del senador John McCain en las encuestas es el resultado de su trayectoria legislativa hacia la reforma migratoria. Y cuando la senadora Clinton declaró su apoyo a la concesión de permisos de conducir a los inmigrantes indocumentados, recibió duras críticas tanto de demócratas como de republicanos, lo que le hizo retractarse de esta postura. (40) Actualmente, no parece que ninguno de los candidatos presidenciales esté a la altura del reto de luchar en nombre de los millones de inmigrantes indocumentados que contribuyen a la sociedad.
Lo que Estados Unidos necesita es un líder que esté dispuesto a decir que los inmigrantes y trabajadores indocumentados que viven en Estados Unidos no perjudican a la sociedad, sino que la mejoran. Estados Unidos necesita un líder que esté dispuesto a proporcionar a los inmigrantes indocumentados un camino hacia la ciudadanía en este país, al tiempo que se asegure de que se apruebe una legislación a favor de una reforma migratoria integral tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. Estados Unidos necesita un líder que defienda los derechos de los inmigrantes indocumentados, a la vez que desafíe a aquellos que cuestionan sus contribuciones a los Estados Unidos. Y América necesita un líder que haga cumplir y refuerce la patrulla fronteriza de la nación, pero que al mismo tiempo promueva la inmigración legal en los Estados Unidos.
Fue el presidente John F. Kennedy quien lo dijo mejor: «En todas partes los inmigrantes han enriquecido y fortalecido el tejido de la vida americana». (41)