Hay pruebas sustanciales que apoyan la existencia de distintas formas clínicas de la enfermedad periodontal humana. Además, estas diferentes formas de enfermedad periodontal pueden estar asociadas a una microflora subgingival relativamente distinta, en la que a menudo intervienen especies bacterianas gramnegativas microaerófilas o anaeróbicas. Eikenella corrodens es un bacilo gramnegativo facultativo que es un habitante común de la cavidad oral y de los tractos intestinal y genital. Su principal nicho ecológico dentro de la cavidad oral parece ser la placa dental, tanto en individuos periodontalmente sanos como en pacientes con periodontitis. Sin embargo, se reconoce que E. corrodens es un patógeno humano poco frecuente capaz de causar infecciones extraorales, ya sea como único agente infeccioso o como parte de una infección mixta, por lo que no se conoce bien su papel potencial en la etiología de la enfermedad periodontal. E. corrodens suele estar presente en la placa supra y subgingival de sujetos periodontalmente sanos. Sobre la base de estudios transversales y longitudinales, E. corrodens parece ser algo más prevalente en las muestras de placa subgingival de sujetos con periodontitis que de individuos periodontalmente sanos. Sin embargo, el porcentaje de E. corrodens en la microflora cultivable total no varió entre los dos grupos. Los estudios microbiológicos que intentan definir la relación entre E. corrodens y la enfermedad periodontal asumen que esta especie es esencialmente homogénea y que todas las cepas presentan un potencial patógeno comparable. Sin embargo, E. corrodens presenta 1) una morfología de las colonias y una reactividad bioquímica y serológica variables; 2) una marcada diversidad fenotípica con respecto a la proteína de la membrana externa y la estructura del lipopolisacárido; y 3) una marcada diversidad en los patrones de restricción del ADN genómico total. Por lo tanto, es posible que un número limitado de clones de E. corrodens esté asociado con la enfermedad periodontal y/o la infección extraoral, mientras que otras cepas son comensales relativamente inofensivas. Pueden ser necesarios estudios adicionales, posiblemente empleando sondas de ácido nucleico específicas para cada cepa, para definir el papel de E. corrodens como patógeno periodontal humano.