Eclogita, cualquier miembro de un pequeño grupo de rocas ígneas y metamórficas cuya composición es similar a la del basalto. Las eclogitas están formadas principalmente por piroxeno verde (onfacita) y granate rojo (piropo), con pequeñas cantidades de otros minerales estables, por ejemplo, rutilo. Se forman cuando las rocas volcánicas o metamórficas ricas en estos minerales máficos se someten a presiones extremadamente altas y a temperaturas de moderadas a relativamente altas. Los experimentos de laboratorio han revelado que las eclogitas cristalizan a partir de magma basáltico en condiciones de muy alta presión, comunes a las partes más profundas del manto superior de la Tierra, el manto que constituye la capa que se encuentra entre la corteza y el núcleo y que comprende aproximadamente dos tercios de la masa del planeta. Estas condiciones se dan en las zonas de subducción en las que el fondo oceánico se ve forzado a pasar por debajo de un margen continental, como en la zona de subducción de Cascadia, frente a la costa occidental de Norteamérica, y en la zona de subducción de la Fosa de Sunda, frente a la costa occidental de Sumatra (Indonesia). Muchos investigadores creen que la eclogita es representativa de numerosas partes del manto superior. En la corteza, las eclogitas suelen aparecer como xenolitos (es decir, inclusiones extrañas) en las rocas ígneas y como bloques aislados de hasta 100 m de diámetro en las rocas metamórficas. Curiosamente, las eclogitas se asemejan en cierta medida a los meteoritos condríticos en cuanto a su composición (véase condrita).