Diez maneras de contraer cáncer
Si está realmente decidido a contraer cáncer, he aquí cómo puede aumentar sus posibilidades.
Consiga algunos rayos
Si tiene la piel clara, pase mucho tiempo al sol y evite por todos los medios utilizar cualquier loción de protección solar. Si vive en un clima lluvioso o frío, tome muchas vacaciones en lugares tropicales con sol. Y asegúrese de pasar todo el tiempo en la playa.
Fume hasta ahogarse
No escuche a los peleles que le dicen que no fume. Diles que ‘todo causa cáncer’ y que de todas formas todos morimos tarde o temprano. Los cigarrillos de bajo alquitrán o los filtros te protegerán. Los valientes que viven la vida al máximo son fumadores. Fumar tiene la ventaja añadida de exponer a amigos y familiares a daños pulmonares.
Si vives en el Tercer Mundo querrás desvincularte de la aburrida cultura tradicional. La forma más fácil de parecer moderna y «a la última» es llevar un cigarrillo colgando de los labios.
Comida basura
Trate de evitar el consumo de frutas y verduras frescas (especialmente las de cultivo ecológico) y siga una dieta grasa: mucha carne y productos lácteos como mantequilla, queso y nata. Es especialmente importante no comer verduras amarillas, como zanahorias, calabazas y boniatos. Y asegúrate de evitar verduras como las coles de Bruselas y las coles. Se sabe que estas verduras problemáticas estropean el desarrollo de una dieta cancerígena por lo demás buena. Intenta comer la mayor cantidad posible de alimentos ahumados o salados y no escatimes en nitritos. El salchichón, la carne ahumada y las salchichas deben ser un plato habitual. Evite también el exceso de vitamina C y otras vitaminas.
Advertencia
Vecinos amables
Vea si puede encontrar una casa cerca de una fábrica de armas nucleares o, al menos, cerca de un complejo petroquímico como el que hay en la sección ‘cancer alley’ de Luisiana. Mejor aún, mira si puedes encontrar un lugar para vivir cerca de una mina de amianto a cielo abierto. Si algún activista intenta organizar a la comunidad en contra de las fábricas locales, dígales que la contaminación no es un problema, y que la prosperidad del país depende de que se dé vía libre a las empresas.
Trabajo y problemas
Consiga un trabajo que le exponga a una dosis regular de productos químicos fuertes. Trabajar en una fábrica de neumáticos o cerca de un horno de coque serviría. Pero también podrías bombear gasolina, instalar aislamientos de amianto, recoger fruta rociada con pesticidas o fabricar plásticos con cloruro de vinilo. Si tu jefe te proporciona equipos de seguridad, no los utilices. Evita las reuniones del comité de seguridad y salud del sindicato. Tienes mejores cosas que hacer con tu tiempo.
Confía en el sistema
Lo que no ves no puede hacerte daño. Tal vez la carne esté llena de hormonas, y dicen que el estrógeno de esas píldoras anticonceptivas aumenta el riesgo de cáncer de útero. ¿Y qué? No venderían esas cosas si fueran realmente peligrosas.
Y si existiera la posibilidad de que se acumule gas radón de forma natural en el sótano, la gente te lo habría dicho. No deberías molestarte en comprobarlo por ti mismo.
Poder de mascar
Si vives en la India o en Sri Lanka, asegúrate de ignorar a la visitadora sanitaria del distrito que te habla de los peligros del tabaco de mascar y de la nuez de betel. Hay un montón de enfermedades de las que mueren a diario personas debilitadas por la malnutrición. La vida ya es suficientemente difícil como para renunciar a un placer barato y fácil de conseguir.
Acaba con las plagas
Si eres agricultor, asegúrate de empapar tus campos con pesticidas y herbicidas. Los riesgos de cáncer son un pequeño precio a pagar por el enfoque más actual de la agricultura. Las formas biológicas de control de plagas parecen anticuadas y requieren mucho más trabajo. En el Tercer Mundo es mejor utilizar los tipos de plaguicidas (por ejemplo, el DDT o el paratión) que han sido prohibidos en algunos países occidentales, ya que son más baratos y hacen realmente su trabajo. De esta manera tanto los trabajadores como los consumidores pueden estar expuestos al riesgo por los alimentos que cultivas.
Medicina de escaparate
Si vives en el Tercer Mundo y eres rico entonces debes apoyar a los políticos y expertos que quieren la última tecnología médica de Occidente para el gran hospital nuevo de la capital. Así, tú y el ocasional turista occidental que caiga enfermo podréis disponer de la más moderna asistencia sanitaria. Hay que evitar gastar dinero en un programa regular de detección de cáncer para las mujeres pobres. Así se asegurará de que las que sufren las tres cuartas partes de los cánceres de cuello de útero del mundo sigan haciéndolo.
Ignora las señales
Evita las revisiones médicas periódicas. Si un lunar ha empezado a cambiar de forma o hay una hinchazón y dolor persistente en el pecho, ignóralo. Atribúyalo a los dolores y molestias de la edad. No te molestes en hacerte la prueba del cuello del útero y no prestes atención a crecimientos y cambios inexplicables en tu cuerpo. Y, sobre todo, no te responsabilices de tu propia salud; es la profesión médica la que debe arreglar tu cuerpo si va mal.
Ilustraciones: Clive Offley