El olor del suelo se investigó por primera vez en 1891, pero el principal compuesto que lo causaba no fue aislado hasta 1965 por Gerber y Lechevalier, que lo denominaron «geosmina» («Geo» Tierra; «Osme» = Olor).
Gerber mostró entonces la estructura de la geosmina en 1968.
Propiedades de la geosmina
La geosmina es un líquido incoloro, miembro de una gran familia de aceites terpenoides. Los terpenoides tienen características aromáticas, lo que significa que desprenden un olor.
Otros ejemplos de estas moléculas se encuentran en el eucalipto, la canela o el clavo.
La geosmina tiene un olor penetrante y diversos animales muestran una extrema sensibilidad a él. Se ha informado de que los humanos pueden detectar 100 partes en un trillón.
¿Cómo se produce la geosmina?
En el suelo, la producción de geosmina se atribuye a un único género de bacterias, llamado Streptomyces. Se trata de bacterias que habitan en el suelo y que, cuando se enfrentan a condiciones desfavorables, cultivan esporas (ver foto) que pueden dispersarse a nuevas condiciones más favorables, lo que permite a las bacterias sobrevivir.
Biosíntesis de la geosmina
Durante muchos años, la producción de geosmina fue un misterio, pero llegó un momento decisivo con la publicación de la secuencia del genoma de Streptomyces coelicolor A3(2) en 2002, un proyecto impulsado por Sir David Hopwood, del Centro John Innes.
Los científicos pudieron ahora establecer el importante vínculo entre el gen y la función. Posteriormente, el laboratorio del profesor Keith Chater, también del Centro John Innes, demostró que un solo gen codifica la enzima que cataliza la síntesis de la geosmina, y el laboratorio del profesor David Cane, de la Universidad de Brown (EE.UU.), descubrió la bioquímica subyacente a este proceso.
¿Por qué el Streptomyces produce geosmina?
Aunque muchas de las complejas moléculas que produce tienen propiedades antibióticas -es decir, matan a otros microorganismos que compiten por el espacio y el alimento-, éste no es el caso de la geosmina.
En cambio, la geosmina puede disuadir a los depredadores y atraer a los organismos que dispersan las esporas. La geosmina repele a las moscas de la fruta, por lo que es menos probable que se coman los materiales en los que crece Streptomyces.
Se especula que la geosmina puede atraer a pequeños animales del suelo que se recubren de esporas y así las dispersan por el suelo.
¿Un buen olor o un mal olor?
Los Streptomyces son también una rica fuente de antibióticos y, por lo tanto, objeto de una amplia investigación destinada a explotar sus atributos e identificar nuevas moléculas que puedan utilizarse en la clínica.
Para muchos en el Centro John Innes, donde hay una larga historia de investigación sobre Streptomyces, el olor de la geosmina es familiar y agradable. Los que disfrutamos del olor de la lluvia o de un paseo por el bosque probablemente estemos de acuerdo. De hecho, los perfumistas añaden habitualmente geosmina para generar un olor a tierra en sus fragancias.
Sin embargo, la geosmina también es responsable del mal sabor del agua, el vino y el pescado de agua dulce y eliminar su olor tiene, para algunos, un valor comercial considerable.