Es 1987 en Bayonne, Nueva Jersey, y a Debby Miller le acaban de diagnosticar una enfermedad llamada ceguera histérica en la que hay momentos en los que su vista se desvanece. El médico le dice que intente divertirse con sus amigos. Ella y su mejor amiga, Beth, van a su pub favorito, Ollie’s, e intentan encontrar a un hombre y tomar una copa. Beth coquetea con el camarero y Debby se enfada con ella y decide salir a la calle. Allí conoce a Rick. Él no quiere saber nada de ella, pero ella le convence para que la acompañe hasta su coche. Como «agradecimiento» le ofrece invitarle a una copa y le dice que mañana volverá a estar en el mismo bar.

Al día siguiente se encuentran en el mismo bar y ella le pide que vayan a otro sitio y acaban en su casa. Está claro que Rick tiene poco interés en Debby, así que para hacer avanzar las cosas ella le dice que «hace una gran mamada». Después, ella cree haber encontrado el amor, pero Rick sólo buscaba una aventura de una noche. Debby vuelve a casa, donde su madre Virginia también ha empezado a salir con un hombre mayor llamado Nick que quiere que se mude con él a Florida. Nick fallece repentinamente de un ataque al corazón, y Virginia se da cuenta de que hasta que conoció a Nick, había estado viviendo su vida esperando que le sucedieran cosas. Al final, Debby, Beth y Virginia luchan por encontrar la estabilidad en su ciudad de Nueva Jersey y coinciden en que lo único que necesitan es a la otra.