Las articulaciones de tus tobillos permiten que tus pies se muevan de un lado a otro para que puedas correr por los senderos rocosos, descender por las laderas nevadas y atascar tus pies en las grietas. Por desgracia, también son propensos a torcerse; los esguinces de tobillo son una lesión particularmente común entre los aventureros al aire libre y pueden ocurrir con casi cualquier actividad, incluyendo el senderismo, el ciclismo, el esquí, las raquetas de nieve, la escalada o la carrera. Dada la frecuencia con la que se producen los esguinces de tobillo, saber cómo tratarlos es una habilidad valiosa.
- Cómo tratar un esguince de tobillo
- Paso 1: Evaluar la lesión
- Paso 2: Manejar el dolor
- Paso 3: Apoyar el tobillo
- Cómo vendar un esguince de tobillo
- Coloque el pie en un ángulo de 90 grados con respecto a la pierna
- Añadir estribos
- Añadir J’s (AKA teardrops)
- Añada la figura 8
- Evalúe el trabajo de la cinta
- Evalúe los MSC
- Consejos para prevenir un esguince de tobillo
Cómo tratar un esguince de tobillo
- Evalúe la lesión: Determine si el tobillo es utilizable o no teniendo en cuenta cómo se lesionó, observando los signos y síntomas y realizando una prueba de usabilidad.
- Controle el dolor: El uso de hielo, la elevación del tobillo y la toma de analgésicos son opciones para aliviar el dolor.
- Apoyar el tobillo: Si el tobillo es utilizable, puede aplicar cinta adhesiva, una envoltura o una tobillera para proporcionar apoyo.
La información de este artículo está tomada de NOLS Wilderness Medicine, 6ª edición, que es la base del plan de estudios impartido por los instructores de NOLS. Usted puede tomar un curso de NOLS Wilderness Medicine en muchas tiendas REI:
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Paso 1: Evaluar la lesión
Cuando uno se tuerce un tobillo, los ligamentos (el tejido que conecta dos huesos) se estiran y a veces se desgarran, lo cual es doloroso y posiblemente debilitante. Cuando esto ocurre al aire libre, a kilómetros de distancia de la medicina moderna, normalmente no es posible diagnosticar la lesión exacta (como el grado específico del esguince o la gravedad de una fractura). En su lugar, te centras en evaluar si el tobillo es utilizable o no. He aquí cómo:
- Determine el mecanismo de la lesión: Entender cómo se ha lesionado el paciente puede ayudarte a decidir cómo proceder con el tratamiento. Las preguntas que hay que plantearse son: ¿cómo se produjo la lesión? ¿El dolor apareció de repente, tal vez a causa de una caída? ¿O ha aparecido lentamente y ha ido empeorando? En muchos casos, las respuestas serán obvias, como cuando el paciente le dice que se tropezó y se torció un tobillo. Otras veces, sin embargo, las cosas pueden no estar tan claras, como cuando el dolor no está relacionado con un incidente repentino (como una caída) o si el paciente se golpeó la cabeza y no puede recordar todos los detalles.
- Evalúe los signos y síntomas: Retire la bota y el calcetín del paciente para poder examinar la lesión mirando, preguntando y palpando. Busque hinchazón y decoloración y pregunte al paciente si siente dolor. El dolor al presionar en un punto concreto o una deformidad evidente pueden indicar una fractura. El dolor intenso, el sonido de un chasquido en el momento de la lesión y las grandes zonas de hinchazón inmediatas son signos de un esguince o una fractura graves y exigen la inmovilización del tobillo lesionado y la evacuación del paciente. Durante la evaluación, puede ser útil retirar la bota y el calcetín del pie no lesionado para poder comparar la forma de los dos tobillos. Esto le permite detectar más fácilmente una sutil hinchazón o deformidad.
- Realice una prueba de usabilidad: Si cree que el tobillo puede ser utilizable, haga que el paciente intente mover el tobillo en toda su amplitud de movimiento. Si no hay dolor durante esto es una buena señal. A continuación, pídale que intente soportar peso sobre el tobillo. Si puede hacerlo sin dolor significativo y la hinchazón no es grave, entonces podrá tratar la lesión sobre el terreno y posiblemente seguir su camino. Si el paciente no puede usar el tobillo, entonces debe inmovilizar la lesión y evacuar al paciente.
Paso 2: Manejar el dolor
Un esguince de tobillo, incluso uno que usted ha determinado que es utilizable, puede doler mucho. Puede ayudar a reconfortar al paciente controlando el dolor de estas maneras:
- Descanso: Haga que el paciente coma algo, se hidrate y se relaje durante un rato. Esto puede ser una o dos horas si la lesión no es tan grave, o un día entero si el dolor es más molesto y tiene tiempo (como en un viaje de varios días).
- Utilice hielo: La aplicación de hielo, si lo tiene, puede ayudar a reducir el dolor provocado por el esguince de tobillo. Si no tiene hielo, un arroyo o un lago fríos pueden proporcionarle alivio. Intenta enfriar el tobillo durante 20-40 minutos seguidos. Puedes hacerlo cada 2-4 horas o después de usar el tobillo. El objetivo aquí es aplicar hielo ocasionalmente para reducir el dolor, no para suprimir la hinchazón.
- Elevar: Elevar el tobillo por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón y controlar el dolor. Esto puede ser útil mientras se descansa durante el día o se duerme por la noche.
- Considere la posibilidad de tomar analgésicos: Para el dolor que impide que el paciente descanse, considere los medicamentos para el dolor de venta libre, como el ibuprofeno.
Paso 3: Apoyar el tobillo
Una vez que haya determinado que el tobillo es utilizable, la adición de apoyo con la cinta, una envoltura, un aparato ortopédico o incluso una bota de senderismo puede hacer que caminar sea más fácil y más estable. Esto es especialmente cierto si se viaja por un terreno irregular o se lleva peso a la espalda.
Cómo vendar un esguince de tobillo
Para vendar un esguince de tobillo, comience con un rollo completo de cinta atlética estándar y, a continuación:
Coloque el pie en un ángulo de 90 grados con respecto a la pierna
Envuelva un trozo de cinta alrededor de la pierna a 5 cm por encima del hueso exterior del tobillo. Esto servirá como punto de referencia.
Añadir estribos
Desde debajo del arco del pie, aplique un trozo de cinta que llegue hasta la cinta de punto de referencia, cruzando directamente encima de los huesos interior y exterior del tobillo como un estribo. A continuación, aplique otros dos trozos de igual longitud que se superpongan ligeramente a cada lado del estribo inicial. Aplique otro trozo de cinta como lo hizo en el paso 1 para asegurar los tres estribos en su lugar. Consejo: Puede medir la longitud adecuada de la cinta para los estribos colocando el lado no adhesivo de la cinta contra la piel y desenrollando la cinta desde el punto de referencia de la parte exterior del tobillo, bajando por debajo del arco del pie y volviendo a subir hasta el punto de referencia del otro lado.
Añadir J’s (AKA teardrops)
Aplicar tres trozos de cinta superpuestos que empiecen en la cinta de punto de referencia en el lado no lesionado del pie y pasen por debajo del arco del pie, por la parte superior del pie y terminen donde empezaron.
Añada la figura 8
Comenzando en el mismo lugar que hizo con las J (en el lado no lesionado del tobillo), aplica tres trozos de esparadrapo superpuestos que pasen por debajo del arco del pie, por la parte superior del pie, por encima del hueso interior del tobillo, por detrás del tendón de Aquiles, por encima del hueso exterior del tobillo, por la parte superior del pie y de nuevo por debajo del pie. Termina los trozos de cinta adhesiva por debajo del pie. La figura 8 se forma teniendo un bucle detrás del tendón de Aquiles y un bucle bajo el arco del pie que se cruzan en la parte superior del pie.
Evalúe el trabajo de la cinta
Busque cualquier hueco en la cinta o puntos que puedan causar molestias. Puede rellenar los huecos con pequeños trozos de esparadrapo.
Evalúe los MSC
Compruebe la circulación, la sensibilidad y el movimiento del paciente preguntándole si puede decirle qué dedo está tocando y si puede mover los dedos. Haz que el paciente camine un poco y te diga cómo siente el tobillo. Si el esparadrapo está demasiado apretado o pellizca la piel o tira del pelo, haga ajustes.
Si está en un viaje de varios días y tiene mucho esparadrapo, puede retirar el esparadrapo por la noche (utilice unas tijeras médicas para retirarlo más fácil y rápidamente) y sustituirlo por una envoltura elástica envuelta en forma de ocho. Si le falta esparadrapo, puede dejar el esparadrapo puesto por la noche siempre que el paciente tenga buenos MCS. La cinta tiende a estirarse y a perder apoyo con el tiempo, por lo que es una buena idea añadir algunas figuras 8 más con el fin de apretar el trabajo de la cinta.
Suministros de primeros auxilios
Consejos para prevenir un esguince de tobillo
Un esguince de tobillo puede tardar semanas, si no meses, en curarse, lo que puede limitar seriamente su diversión al aire libre. He aquí algunas formas de prevenir una lesión de tobillo:
- Utilice un calzado adecuado: La elección de qué llevar en su aventura al aire libre es suya, pero antes de salir, dedique un minuto a pensar en lo bien que su calzado puede soportar el terreno que va a encontrar. Ten en cuenta aspectos como la tracción, la sujeción del tobillo y la amortiguación en relación con las superficies por las que vas a transitar.
- Calienta: En lugar de salir al camino en frío o subir a toda prisa una escalada, dedique unos 15 minutos a calentar los músculos y los tendones haciendo estiramientos dinámicos que imiten los movimientos que realizará durante su actividad. Cosas como rodillas altas, saltos, balanceos de piernas y círculos de brazos son todas buenas ideas.
- Tenga cuidado: Un sendero lleno de raíces, rocas y tierra suelta está esperando para hacerte tropezar. Tenga cuidado al desplazarse, especialmente si el sendero está mojado y/o es empinado.
- Combata la torpeza: Las lesiones se producen con mayor frecuencia a última hora de la mañana y de la tarde, cuando la deshidratación y la fatiga hacen acto de presencia, lo que provoca una menor conciencia y una mayor torpeza. También es más probable que se produzcan cuando se está cansado, tiene frío, está deshidratado, tiene prisa o se siente enfermo. Para combatirlo, vístete de acuerdo con el tiempo, bebe mucho líquido y mantén la energía desayunando, cenando y tomando tres o cuatro tentempiés ligeros a lo largo del día, en lugar de la tradicional rutina de tres comidas al día.
- Reduce la velocidad: Moverse con demasiada rapidez puede provocar lesiones. Planifique unos horarios realistas para su salida, de modo que no se sienta apresurado, y haga muchos descansos, especialmente antes de los tramos difíciles del camino.
- Póngase en forma: Hacer senderismo, llevar mochila, esquiar y escalar puede suponer un gran esfuerzo. En los meses previos a un gran viaje o a una temporada llena de aventuras al aire libre, concéntrese en el entrenamiento de la resistencia, la flexibilidad y la fuerza para preparar su cuerpo. Estar físicamente en forma para sus salidas puede ayudar a prevenir lesiones y aumentar su disfrute.